Los signos que se investigan podrían tener 35.000 años, mientras los emblemáticos bisontes tienen unos 15.000.
El hallazgo de una serie de signos pintados en ocre rojo podrían hacer retroceder la cronología de las primeras pinturas de la cueva de Altamira hasta los 35.000 años, el doble de antigüedad que los emblemáticos bisontes de Santillana del Mar, que tienen alrededor de 15.000 años .
El hallazgo aún está en fase se investigación, según explica director del Museo Altamira, José Antonio Lasheras. En la datación se usan nuevos medios técnicos que permiten analizar isótopos radiactivos. "En Altamira hay cosas mucho más antiguas que los bisontes", asegura Lasheras, que no descarta que algunas de ellas pudieran ser del periodo Auriñaciense.
El director del Museo Altamira ha explicado que la utilización de nuevos medios técnicos permite analizar con isótopos radiactivos las pinturas para poder establecer la cronología. De esta forma se puede establecer la antigüedad de los depósitos de carbonato cálcico adherido a las paredes donde se encuentran las pinturas, que al carecer en sí mismo de restos carbónicos, no podían ser analizadas individualmente.
Para conocer más detalles del estudio, cuyo avance ya fue presentado en un congreso internacional sobre el Gravetiense celebrado a finales del año pasado, habrá que esperar aún unas semanas, y podrían producir cambios en la antigüedad de otras cuevas de la franja cantábrica.
Las cuevas de Santilla del Mar son patrimonio de la humanidad desde hace más de 25 años. Hasta el momento, las pinturas de la famosa cueva cántabra se situaban entre el Solutrense y el Magdaleniense. Ahora, las nuevas dataciones acercan a Altamira a las cuevas más antiguas de Europa por sus restos, como la de Chauvet, cuyos primeros restos pictóricos del Paleolítico Superior pertenecen al Auriñaciense.
Altamira, declarada patrimonio de la humanidad en 1985, cuenta con pinturas de bisontes, caballos, ciervos y hombres que datan de hace 15.000 años, durante el Paleolítico Superior.
El director del Museo Altamira ha explicado que la utilización de nuevos medios técnicos permite analizar con isótopos radiactivos las pinturas para poder establecer la cronología. De esta forma se puede establecer la antigüedad de los depósitos de carbonato cálcico adherido a las paredes donde se encuentran las pinturas, que al carecer en sí mismo de restos carbónicos, no podían ser analizadas individualmente.
Para conocer más detalles del estudio, cuyo avance ya fue presentado en un congreso internacional sobre el Gravetiense celebrado a finales del año pasado, habrá que esperar aún unas semanas, y podrían producir cambios en la antigüedad de otras cuevas de la franja cantábrica.
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Altamira, declarada patrimonio de la humanidad en 1985, cuenta con pinturas de bisontes, caballos, ciervos y hombres que datan de hace 15.000 años, durante el Paleolítico Superior.
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