ESPERO QUE OS GUSTE

..."MÁS VALE UNA SONRISA TRISTE, QUE LA TRISTEZA DE NO VOLVER A SONREIR"...

"Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu". (Juan Pablo II)

viernes, 22 de julio de 2022

ACCESORIO IMPRESCINDIBLE Y VALIOSO: EL ABANICO



...y con el calor que hace en estas fechas no nos vendría nada mal. Incluso lo hemos echado de menos más de una vez al salir a la calle.
¿Pero sabíais que la historia del abanico tiene un origen muy remoto?

Los primeros inventos creados para "hacer viento" son los llamados flabelos (flabellum), y era unos abanicos muy rígidos y grandes que aparecen en las representaciones artísticas asirio-babilónicas, egipcias, pesas, griegas y romanas.

Pero el abanico pequeño y de uso personal más cercano a lo que hoy conocemos es más reciente y procede de las civilizaciones del Extremo Oriente. 
Para los japoneses, la invención del abanico plegable se remonta al 763 d.C, cuando una mujer improvisó el primero al doblar una hoja para aliviar las penas de un enfermo internado en un convento budista.
Los abanicos orientales más antiguos se realizaban con hojas de palmera, planchas de madera muy fina, trozos de tejido, filamentos de papiro o incluso con láminas de metal.

En Europa, hasta el siglo XIII era destinado al uso litúrgico; sobre todo para refrescar al celebrante y para ahuyentar las moscas del cáliz eucarístico.

A partir de entonces se convierte en accesorio femenino, constituído por una pequeña pantalla de plumas o de tela sostenida por un mango fijo de marfil o de algún metal de valor, y colgado en el vestido o a la muñeca mediante una cadenita.
Enrique VIII introdujo los primeros abanicos en Inglaterra durante el siglo XVI, y Catalina de Médicis fue la que los llevó a Paris en 1533, cuando dejó Florencia para casarse con el futuro Enrique II de Francia.

En Europa, a partir del siglo XVI, y gracias al aumento del comercio con Oriente se extendió el modelo plegable realizado uniendo varillas con una cinta (el abanico brisé) o manteniendolas unidas según el modelo llamado "de varillas superpuestas"; este tipo estaba constituido por una superficie llamada "país" de papel, tela o piel adornada con las mas diversas decoraciones, y se sostenía mediante varillas de diversos materiales.
Sus decoraciones se inspiraron al inicio en los modelos orientales y de grandes maestros de la época, dado al gran entusiasmo que causaron. En el siglo XVIII, en Francia, se realizaron ejemplares refinados y lujosos, al igual que en Venecia: los países de estos abanicos se llenaban de delicadas plumas de ave o de piel de cabritilla, mientras las varillas eran de materiales raros como el hueso de ballena, marfil, nácar, concha de tortuga carey o las maderas perfumadas. La decoración pictórica era confiada a autenticos artistas que usaban los dibujos de los más célebres maestros, Francois Boucher, Jean-Baptiste Greuze, entre otros.
Con la Revolución Francesa se inició el declive de los ejemplares refinados, que dejaron sitio a los más sencillos pero también más ilustrados si cabe.

Para proporcionar unas reglas precisas a los artistas comprometidos en su producción, en 1678 se fundó en Francia la corporación de los fabricantes de abanicos (sí, como leeis). Las muy severas leyes de este sindicato imponían a los fabricantes ocuparse sólo de la pintura del país, dejando todas las otras actividades (talla, curtido de la piel y orfebrería) a los artesanos competentes. Es gracias a esta ley que las ilustraciones de los abanicos del siglo XVIII se convirtieron en un verdadero arte.
En este periodo el país de los abanicos se encerraba en un marco dorado, normalmente muy rico, pintado con purpurina o pan de oro; y los abanicos más apreciados estaban pintados por ambas caras.


Después de conocer esto sobre estas preciosas joyas seguro que ahora las vemos con otros ojos.

viernes, 28 de enero de 2022

MUEBLE CON RUEDAS. COMODIDAD Y UTILIDAD

Detalles que suceden de cara al público:
Un cliente se ha percatado de las ruedecillas de un pequeño sofá francés que tengo en el escaparate y me ha preguntado el por qué de las ruedas. Si era por comodidad o porque eran muy vagos y para no moverse demasiado. Por lo que le di una versión resumida de lo que ahora paso a contaros.


Para entender el por qué de estos añadidos en las patas de las sillas, butacas, tresillos y demás muebles del hogar desde principios del siglo XX para atrás, debemos pensar primero en el uso de la calefacción en los hogares. (Os prometo que no me estoy yendo por los cerros de Úbeda).
Hagamos memoria y pensemos que la calefacción como tal, esos tubos que recorren las paredes de nuestro hogar llenándolo de calor, no llegó a nuestras casas hasta principios del siglo XX. 
Por supuesto que antes tenían que calentarse de alguna manera, pero hablamos de chimeneas, calefactores, braseros... No suficientes para calentar cada rincón de las frías viviendas, sobre todo de los países más al norte. 
Aunque si bien es cierto que la calefacción fue usada por primera vez allá por el 300 a.C con el sistema llamado hipocausto de invención griega (qué no inventarían ellos), este uso sólo se daba para las termas, ya que precisaban de dos estancias separadas para poder hacer circular el calor y muchísimo material para poder hacerlas funcionar.

Por esta razón se llenaban las casas, palacios y castillos de los mas pudientes de todo tipo de telas, desde alfombras a tapices(pensad en la Edad Media con esos castillos rebosantes de tapices y alfombras por doquier. Sí, muy bonito, pero también eran porque hacía un frío para morirse). Que sí, decoraban y daban aspecto de majestuosidad a la estancia y recordaban con sus imágenes el poderío del habitante, pero también servían para dar calidez y mantener la temperatura en el interior de la casa.
Por esta razón a los muebles, ya hablando de los muebles del siglo XIX hacia atrás, se les colocaban ruedas de metal o porcelana para que pudiesen moverse con mayor facilidad por encima de las cientos de alfombras que cubrían los fríos suelos de las casas.

Sobre estas líneas os dejo a la responsable del discurso que os acabo de dar. Una pequeña descalzadora francesa con ruedas de porcelana del siglo XIX. La cual, por cierto podéis ver en persona en tienda.


martes, 28 de diciembre de 2021

LORD BRUMMELL, EL DANDY INFLUENCER DEL SIGLO XIX

 


Aún hoy algunas tiendas y casas de ropa masculina se distinguen con el rótulo "Lord Brummell", en un cautivador intento de proponer una elegancia digna del refinado personaje inglés que dictó las leyes en el campo de la moda y las buenas maneras en el periodo de la Regencia (Inglaterra 1811-1830 Jorge III y Jorge IV).

Pero George Bryan Brummell (Londres 1778- Caen 1840) no era un lord, ni de nacimiento ni por nombramiento real: era hijo de un trabajador adinerado que le permitió frecuentar Eton y Oxford, los colegios de la aristocracia.

Inteligente, vanidoso, refinado a más no poder, con dinero para gastar con facilidad; todo ello sumado a algún complejo de inferioridad juvenil por haber frecuentado como parvenu las clases más elevadas, quizá desencadenó en él un sentimiento de venganza, que dio origen al fenómeno del dandismo.

Las buenas maneras aprendidas en los colegios se vieron escrupulosamente perfeccionadas, su espíritu se volvió más agudo, el vestir se cuidó con meticulosidad. Pero su verdadero golpe de suerte llegó cuando conoció al príncipe de Gales (Jorge IV), comandante del escuadrón de los húsares (o "abanderados del gran camino", constituían una unidad de caballería ligera originada en Hungría) en el que se había enrolado.

Le cayó en gracia y se convirtió en visitante asiduo de Carlton House, hecho que le permitió acceder a los salones más exclusivos de Londres, donde fue considerado el árbitro indiscutible de la elegancia. En breve fue imitado por los jóvenes aristocráticos no sólo en su forma de vestir, de un gusto exquisito y de una simplicidad creada con arte, sino también en la forma de comportarse, de verdadero lord. "Dandy" se convierte, así, en sinónimo de una persona de maneras perfectas y rebuscadas, que ostenta una gran seguridad en sí misma además de una sobria y elaborada elegancia. Pero una pelea con el príncipe e importantes deudas de juego interrumpieron la historia del primer dandy de Europa, que se vio obligado a emigrar a Cales, verdadero refugio de los deudores, donde acabó sus días en la miseria.

Aunque su final fue trágico, pero no raro; recordemos la obra Oscar Wilde y su Retrato de Dorian Grey, obra de 1890 con un Dandy de pies a cabeza (spoiler) como protagonista que también acaba mal; pensemos que el personaje del dandy como tal en sus inicios es cómo se sigue recordando hoy día cuando se nombra a una persona con este apelativo. El dandy a día de hoy se conoce como una persona con (valga la redundancia) personalidad, carácter, saber estar, educación, elegancia..

A principios del siglo XIX Brummell destacó por influenciar en las vidas de las personas que le rodeaban. Él no tenía redes sociales conectadas a internet para darle seguidores y likes, pero las noticias y novedades volaban casi tan rápido como si las hubiese tenido. Tan rápido como subió en la escala social descendió. Puede que bajase aún más rápido de lo que subió.

Hagamos una pausa y echamos la vista atrás para recordar "influencers" que sí marcaron nuestra historia, al igual que nuestro protagonista, como Cleopatra, Julio César, Alejadro Magno, Luis XIV, la Reina Victoria, Virginia Wolf...y un largo etc de maravillosos personajes que han pasado por nuestro tiempo y que han marcado la historia, no sólo por su influencia a la hora de comportarse o cómo vestirse, como Lord Brummell, que también lo hicieron pero sobretodo por sus logros, su legado, por marcar un antes y un después en su tiempo que ha llegado a nuestros días.


(El del óleo del principio no es Lord Brummell, claro)



Parte de esta información ha sido extraída de  Guía práctica de las antigüedades y restauración, Tomo I

martes, 21 de diciembre de 2021

TEMPUS HIBERNUM

 


TEMPUS HIBERNUM

O lo que es lo mismo, Invierno, o el típico...¡cachis, qué frío hace!

Os traigo esta preciosa estampa invernal sacada de un óleo lienzo que tengo justo delante en estos instantes. ¿El autor? Pues he de deciros...que no sé quién es el autor de esta preciosidad de obra. Sí está firmado, pero no es conocido, al menos, por mi persona. (La firma reza R. Montoto, por si vosotros podéis saber quién es).
Pero con o sin artista conocido, (recordemos que no tiene que gustarnos sólo por su firma, sino por lo que transmite al observarla) me ha inspirado para escribiros estas líneas hoy. ¿Y por qué hoy?, pues porque tal día como hoy 21 de diciembre, según el calendario gregoriano (gracias Gregorio XIII) aterriza en el hemisferio norte el invierno y nos encontramos en el Solsticio de invierno.
Toda la información necesaria para entender por qué se llama de esta forma está en internet, así que no os voy a aburrir con un montón de charla insustancial que podéis leer en cualquier parte, incluso, para los que adoramos todavía pasar páginas, en las enciclopedias, sí, he dicho enciclopedias, también lo explican divinamente y con alguna foto en blanco y negro.

Hoy quiero, que os detengáis a disfrutar del día tan corto que tendremos hoy, fíjate en las últimas hojas agarradas con firmeza a los árboles de hoja caduca que no soportan ya la lluvia, la nieve o el viento que las azotan obligadas a dejarse caer. Fíjate en los árboles de hoja perenne con esos colores rojizos y ocres que cubren, algunas aún verdes, que resisten hasta el último segundo antes de cambiar su tonalidad y adaptarse a la nueva estación.
Párate a respirar ese aire cálido que amenaza lluvia con el día nublado, o el frío que congela la nariz cuando asoma a través de la bufanda.
Observa cómo se aleja lentamente el bao cuando respiras o hablas.
Cómo cambia la estampa lentamente, con el correr de los días, que nos van llevando poco a poco al pleno y frío invierno, provocado por la tristeza de la Diosa Deméter al pensar en su querida hija encerrada en el infierno con Hades.

La obra que hoy os he querido mostrar nos da una estampa invernal pero sin ser del todo fría
Fijaos en el árbol que se muestra en primer plano de la obra, completamente desprovisto de follaje, tiene signos, todavía, de musgo que cubre su parte alta. Y en el suelo, cerca de este, vemos algunas hiervas que asoman sobre la fina capa de nieve que ha caído. Una valla de madera algo destartalada con apenas unas manchas de nieve separan la parte secundaria de la obra donde vemos a dos figuras que se acercan a nosotros.
Aunque la imagen que se muestra a simple vista es invernal, si centramos nuestra atención algo más de tiempo podríamos decir que esta estación en el cuadro, apenas acaba de comenzar.
Unos leves rayos de sol se vislumbran a través de las nubes de colores rojizos que tiñen la estampa de un tono más cálido.
A medida que nos centramos más en el fondo de la obra vemos cómo el autor ha querido hacerlo más invernal, pero no es, sino, hasta llegar a las montañas del fondo, donde percibimos el invierno más frío. Es ahí donde todo está congelado, las montañas no atisban un ápice de vida entre su manto blanco.
Es sólo en los primeros planos del lienzo donde su artista ha querido mostrar un invierno más amable, pero que se ve amenazado por ese invierno duro, frío y blanco que amenaza en la lejanía.

Podemos, incluso, aventurarnos y darle una vuelta a la interpretación de lo que vemos en la obra, y decir que en ella a Don Invierno le queda un leve suspiro de días. Volvamos, de nuevo a nuestro protagonista, el árbol del primer plano, esta vez un poco más, con detalle, ¿veis las hojitas que el autor ha colocado en algunas de las puntas de las ramas más altas? Atisban la llegada de la primavera y los primeros brotes. Pensad en ese musgo como si quisiese ir subiendo por las ramas atraído por el calor del sol que amenaza el cambio de estación. 

Todo depende de los ojos con los que se vea a la obra que tenemos delante esta tarde y de las ganas de frío que tenga cada uno.

Aun así, no dejes de observar, de contemplar el cambio de estación que se nos presenta el día de hoy. Con lo bueno y con lo malo, con el frío, la lluvia, la nieve, la bruma y, a veces, aunque sólo a veces, algún rallito de sol que calienta el espíritu.



Felices Fiestas desde Antiquitatum Taberna.


La obra que sale en esta publicación la tenéis a la venta en tienda.

viernes, 11 de enero de 2019

Las firmas en la obra de Arte.

El eminente coleccionista Lázaro Galdiano afirmaba cuando le preguntaban si había comprado alguna vez alguna falsificación y, por tanto, si se había sentido engañado: "Nunca me he sentido engañado, porque siempre he comprado lo que me ha gustado". Y él tenía un gusto exquisito. (Sólo tenéis que acercaros al Museo a contemplar las maravillas que alberga). No era, por tanto, un comprador de formas, sino de obras que le reportaban una emoción estética.
El comprador de firmas suele ser totalmente insensible al arte, aunque lo valore enormemente como símbolo de prestigio social y económico. El fenómeno se suele dar más a menudo en relación con el arte contemporáneo.
Pensad en lo siguiente: cuando alguien compra una obra de arte que consiste en un trozo de pared, una cama o un calcetín y paga por dicha obra varios millones, ¿de verdad el comprador lo hace para gozar en su contemplación meditando sosegadamente sobre los principios filosóficos y sociales que han inspirado aquella "rareza" estética?
Dichas obras, no se compran (a mi parecer, y cada uno puede pensar igual o diferente que, al menos por el momento, pensar es propio y libre) para ser contempladas sino para ser exhibidas  como medio de adquirir u mérito social. Eso si, la pieza tiene que ser ella misma la que diga el nombre del autor, tiene que verse bien quién la ha hecho, de esta forma, quienes la vean no tengan duda y aprecien el dinero pagado por ella sólo con contemplarla...

Es obvio pensar que la Historia del Arte está estructurada a base de nombres propios. Más aún, sea en el siglo que sea, el que compra una obra de arte prefiere que esté firmada para avalar la autoría y autenticidad de la pieza. Aunque por supuesto, la firma en sí, ni quita ni añade nada a la emoción estética (para esta parte os recomiendo el libro "Historia de la belleza" por Umberto Eco. Sí el mismo que escribió el "El nombre de la Rosa", también recomendado) que su contemplación pueda producirnos. El comprador de firmas está más interesado en el arte como referencia social y cultural prestigiosas que en el arte como vivencia personal.

Así nos encontramos con que el mercado aparece dividido en dos tendencias difíciles de compaginar: la de los los auténticos coleccionistas de arte, y los que sólo intentan comprar prestigio.
La primera es la que  realmente sostiene una demanda racional que mantendrá siempre en constante subida los auténticos valores, pero la segunda les añade una plusvalía artificial que puede desaparecer en cuanto cambie una moda.


"Información extraída para el artículo de la Revista de la Federación Española de Anticuarios".

miércoles, 14 de noviembre de 2018

EL MANTÓN DE MANILA

UNA TRADICIÓN ESPAÑOLA PARA EL MUNDO

El lienzo cuadrado de seda, decorado en colores vivos con flores, pájaros o fantasías y rematado en todo su perímetro por fleco, es en realidad de origen chino. Sin embargo, se hizo muy popular en España e Hispanoamérica durante el siglo XVIII como un complemento del vestuario femenino. Este complemento se inmortalizó gracias a los pintores Joaquin Sorolla, Hermen Anglada Camarasa, Ramón Casas. Aunque ciertamente su origen ha sido materia de debate entre narradores e investigadores, pues hay quienes afirman que su origen en Hispanoamérica se dio en México, no deja de vincularse a la tradición española y su historia.


Generalmente se asocia el mantón de seda a la mujer andaluza. La razón por la que esta prenda se asocia con la cultura española, es porque su nombre se debe a la capital de Filipinas que fue una colonia española y origen de las rutas comerciales marítimas durante la época imperial española.

Originalmente se realizaba con seda cosido con hilos también de seda. De forma cuadrada y gran tamaño, urdido en colores variados, destacando entre ellos el negro y el marfil. Se realizaba un dibujo en papel y se perforaba, para luego marcar con tizas las plantillas perforadas dejando así la marca en la tela que pasaba al bastidor para proceder el bordado. La técnica que más se usaba era el bordado a matiz, y dentro de ella el bordado plano con puntos de matiz chino, pasado plano y cordoncillo. Finalmente se colocaban los flecos, que también se realizaban con hilo de seda y técnica de macramé. Toda su confección era un ritual cultural, una serie de eventos meticulosamente procesados para que resultase en una pieza hermosa y única. Las técnicas y procedimientos se han perfeccionados e industrializado, pero desde sus inicios se internó en la cultura española con una realización altamente artesanal.

Es importante destacar que para su almacenamiento los mantones requieren de un sistema de bordado especial, podría pensarse que desconocer tal sistema puede poner en riesgo la pieza, debido a que ciertamente es una pieza que merece cuidado. Sin embargo, existen métodos también tradicionales y fáciles de llevar a cabo para garantizar el cuidado de la confección y el acabado, como cubrirlos con una funda o guardarlos en un cajón y cambiarlos de posición de vez en cuando. También existen tubos acolchados donde el mantón queda enrollado entre dos telas de algodón de tamaño mayor para evitar que el polvo acidifique la pieza. Si es necesario realzar el bordado, basta con plancharlo del revés, con plancha de vapor.

Esta pieza ya tradicional es también un accesorio ideal en eventos de moda, ya que su colorida característica le imprime un aire sofisticado y elegante a la vez. Los mantones de Sevilla han sido lucido por personalidades reconocidas, como el caso de el Príncipe de Gales y la Duquesa en su visita a Sevilla en el año 2011, quien lució contenta un regalo recibido en Madrid, y se trataba de un mantón.

Por mantón de Manila se conocen en la actualidad tanto las piezas de seda bordadas a mano con hilos de seda también, como piezas realizadas con otros materiales como el raso; o seda pero cosida a máquina. 
El mantón de Manila original es de seda, negro cosido a mano con hilos de seda y dibujo de colores. Una pieza, claro está, de mucho valor, pero única por su belleza.

A pesar de ello, como decía, se pueden encontrar mantones realizados en diferentes telas algo mas económicas, y cosidos a máquina pero también de una gran belleza. Para que todos y todas podamos tener una pieza de esta belleza en nuestras casas.


Mantón de Manila en tela de raso negro cosido a máquina.
En perfecto estado de conservación.
Lo puedes encontrar en tienda, Antiquitatum Taberna.

martes, 6 de noviembre de 2018

LA FOTOGRAFÍA ANTIGUA

Gelatino bromuro 1878



La placa seca de gelatina bromuro es un avance tecnológico de la fotografía que prácticamente sirvió de puente entre los antiguos mecanismos (daguerrotipo, calotipo) y los medios fotográficos sucesores (placa de nitrato, película fotográfica flexible, etc).

Parte, inicialmente, de una emulsión hecha de bromuro de cadmio y de una solución a partes iguales de gelatina y agua. Una vez sensibilizada esta emulsión con nitrato de plata se extendía sobre el vidrio y se dejaba secar.

Las sucesivas mejoras en la emulsión, la aparición de las primeras máquinas para extenderla uniformemente sobre el vidrio, el hecho de que los negativos una vez producidos mantenían durante mucho sus propiedades fotográficas, la aparición (1888) de la cámara “Kodak 100 vistas” con rollo de papel, el uso a partir de 1889 de los soportes plásticos ( a pesar de los problemas del nitrato de celulosa, inflamable, a la venta hasta 1940) y del diacetato de celulosa, “síndrome del vinagre”) y, finalmente, su revelado químico, han permitido su uso hasta nuestros días.
Aspecto externo

Las placas secas de gelatina son las más comunes. A diferencia de las de colodión húmedo (tonos marrones, cálidos) las de gelatina son oscuras (negras) y la emulsión se halla extendida en la placa de forma regular. Las placas de nitrato, aparte de pruebas como la ignición, se identifican si en el borde llevan palabra nitrate. Cuando la palabra es safety nos encontramos ante una placa de acetato de celulosa. También puede realizarse su identificación a partir de su densidad, de su conductividad eléctrica o de sus muescas de fabricación, fácilmente observables en el borde del soporte.



Tras la dificultad que presentaba la manipulación en los exteriores del colodión, para perfeccionar un tipo de negativo que se pudiera exponer en seco, sin que se necesitara revelar inmediatamente después de su exposición, lleva a un nuevo estudio en investigación de la placa seca.

Tras muchos intentos sin éxito se propuso el gelatino de bromuro, quedando desbancado el colodión (1882). El gelatino-bromuro seca la placa.

Fue el fotógrafo británico Charles E. Bennett en 1878, quien inventó una plancha seca recubierta con una emulsión de gelatina y de bromuro de plata, similar a las modernas. En 1879, Swan patentó el papel seco de bromuro.

El afán de buscar un soporte más práctico que el cristal, hace que el colodión y otros similares nos lleve hacia 1886 donde aparece la celulosa como superficie fotográfica y con unos excelentes resultados.


Más adelante, el acetato de celulosa sustituirá al celuloide. Las emulsiones se relacionan según los diferentes tipos de sensibilidad y la exposición a la luz y el soporte de la emulsión. Estos tipos de sensibilidad se denominan de forma escalonada bien en Din o en Asa/Iso.

En 1861, el físico británico James Clerk Maxwell obtuvo la primera fotografía en color, con el procedimiento aditivo de color.



EN LA FOTOGRAFÍA PLACA INSTANTÁNEA DE GELATINA DE BROMURO. SE ENCUENTRA EN TIENDA A LA VENTA.


LISTADO DE PROCEDIMIENTOS FOTOGRÁFICOS POR ORDEN CRONOLÓGICO:
1816 - 1827. Heliografía
1834 - 1839. Dibujos fotogénicos
1839 - 1860. Daguerrotipo
1841 - 1850. Calotipo / Talbotipo
1841 - 1850. Papel a la sal
1847 - 1857. Albúmina sobre vidrio
1850 - 1900. Papel a la albúmina
1851 - 1880. Colodión húmedo
1854 - 1860. Ambrotipo
1856 - 1920. Ferrotipo
1860 - 1940. Papel al carbón
1878 -. Gelatino bromuro
1880 - 1920. Aristotipo al colodión
1880 - 1930. Papel al platino / Platinotipo
1880 - 1939. Cianotipo
1882 - 1930. Gelatina POP
1885 -. Gelatina DOP
1890 - 1892. Goma bicromada
1907 - 1935. Autocromos / Placa autocromática
1935 -. Revelado cromogénico
1946 -. Revelado por transferencia de tintes
1963 -. Procedimiento por difusión de tintes
1963 -. Revelado por blanqueo de tintes
1981 -. Fotografía digital
Página donde podéis encontrar esta información: http://cdf.montevideo.gub.uy/investigaciones/procedimientos-fotograficos/1878-gelatino-bromuro






miércoles, 31 de octubre de 2018

Louis Comfort Tiffany

LOUIS COMFORT TIFFANY (1848-1933), hijo del fundador de la empresa Charles Lewis Tiffany, se labró su propio camino con éxito, logrando el reconocimiento mundial por sus geniales diseños. Se convirtió oficialmente en 1902 en director de diseño de Tiffany y estableció el departamento de joyería artística situado en la Quinta Avenida donde se fabricaban sus piezas de joyería y otras obras preciosas.

Fue uno de los líderes mundiales del movimiento Art Nouveau. Es admirado por sus joyas, lámparas vitrales y vidrieras que iluminan museos, bancos, hospitales, vestíbulos de hoteles...

Con el vidrio, las gemas y el esmalte como principales materiales, Louis Comfort Tiffany celebró la naturaleza y el arte de las culturas exóticas. En su mágico mundo de belleza, libélulas incrustadas de gemas y bayas de granate se suman a joyas y objetos inspirados en patrones que van desde el antiguo Egipto hasta la India.

Louis Tiffany nació en Nueva York y estudió arte con los pintores George Iness (1825-1894) y Samuel Colman (1832-1920). En 1887 contribuyó a la fundación de la Society of American Artists. Tiffany había comenzado a experimentar con vidrio decorativo alrededor de 1875. Buscaba llevar el color al vidrio y estudió las técnicas antiguas y modernas en su intento de desarrollar nuevas formas de dar luminosidad y colores vibrantes al material. Su cristalería se hizo internacionalmente conocida especialmente su vidrio Favrile, que era iridiscente, fluido y de formas libres. Al comienzo de su carrera Tiffany viajó a Europa y visitó Londres, donde el movimiento esteticista estaba en su cumbre. En esa época James Whistler (1834-1903) estaba trabajando en su Habitación del pavo real que tendría un profundo efecto en el desarrollo de Tiffany. El motivo del pavo real fue muy popular y recurrente a lo largo del periodo el Art Nouveau.

El interés de Louis Comfort Tiffany por la botánica es evidente en el icónico floriforme Jack en el jarrón del púlpito (Jack in the Pulpit vase). Formado a partir de una sola pieza, o masa de vidrio fundido, presenta un exuberante borde abocardado sobre un tallo delicado y una base bulbosa. Tiffany produjo este jarrón en dos esquemas de color; Además del tono amarillo iridiscente semitransparente de este ejemplo, también estaba disponible en una combinación de verdes opalescentes, azules y violetas.

Aunque Tiffany comenzó su carrera como pintor, abandonó la pintura en favor de las artes decorativas en la década de 1870. Si bien abrazó a casi todos los medios a lo largo de su prolífica carrera, obtuvo la mayor aclamación por sus diseños de vidrio, incluidos los vitrales con plomo y el vidrio soplado conocido como Favrile, un nombre derivado de la palabra Old English fabrile(forjado a mano), producido por Tiffany Furnaces, Inc. en Corona, Queens. El vidrio Favrile, con superficies translúcidas u opacas y formas amorfas exuberantes, transformó la industria del vidrio anteriormente dominada por el vidrio cortado transparente en formas estándar.


ESTA PIEZA NO SE ENCUENTRA EN TIENDA, PERO SI ALGUIEN TIENE INTERÉS EN ELLA SE PUEDE MOSTRAR EN PERSONA PREVIA SOLICITUD.
VALORADA EN 12.000€ (se aceptan ofertas)

jueves, 4 de octubre de 2018

Cerrada por casi 30 años, la capilla de la Sábana Santa se reabre en Italia luego de esfuerzos de restauración masivos.


Un incendio en 1997 casi destruyó la capilla barroca. 


Podéis leer el artículo completo en el enlace que os dejo a continuación. (https://news.artnet.com/art-world/chapel-holy-shroud-reopens-1358287 ) 

Sólo he extraído la parte que habla (vagamente) de la reconstrucción de la capilla ya que la mayor parte del artículo se centra en si la sábana Santa es o no Santa. Si el título del artículo nos presenta que van a hablar de su reconstrucción, no es lógica tanta charla sobre la Sábana. Si quieren hablar de ella, que hagan otro artículo. No le estoy quitando méritos al artículo es sí. Pero si hablas un poquito de una cosa y un poquito de otra, realmente no estas hablando de nada. Si el quid del artículo es la restauración de la Capilla de Turín, háblanos de ella ya que hemos entrado en el artículo para conocer cómo ha sido la restauración, los antes y después, qué han tenido que hacer por completo y qué se han logrado salvar... 

Después de tanta charla..os dejo con lo más importante, para mi, teniendo en cuenta por qué entré en el artículo, de la lectura. 


Después de permanecer cerrada durante 28 años, la Capilla de la Sábana Santa en Turín, Italia, reabrió ayer después de una extensa operación de restauración y reconstrucción. Construida entre 1668 y 1694 para albergar el lienzo que se usó para envolver el cuerpo de Jesús después de su crucifixión y muerte, la iglesia sufrió un incendio devastador en 1997, aunque ya había estado cerrada durante siete años antes de eso después de que se desprendiese un gran trozo de mármol de la cornisa. 

El arquitecto italiano Guarino Guarini, sacerdote y matemático, diseñó la capilla barroca, que se encuentra detrás del altar mayor de la Catedral de Turín, para la familia ducal de Saboya. Cuenta con una impresionante cúpula autoportante construida con bloques de mármol entrelazados en una compleja obra de ingeniería. 

El incendio se desencadenó la noche del 11 de abril de 1997, durante una cena en honor a Kofi Annan, entonces secretario general de las Naciones Unidas, en el palacio contiguo. Los bomberos rescataron exitosamente el sudario de su caja de vidrio a prueba de balas y de clima controlado, pero la capilla fue destruida casi por completo, reducida a fragmentos de mármol calcificado y restos de bronce fundido. A pesar de las investigaciones, nadie sabe la causa del incendio, que se intensificó debido a los andamios de madera instalados dentro de la capilla debido a renovaciones recientes. 

Después del incendio, los esfuerzos de restauración pudieron salvar unos 4,000 elementos arquitectónicos, pero 1,150 piezas de la capilla quedaron irreparables y tuvieron que ser reemplazadas. Se trajeron nuevos mármoles negros y grises de la misma cantera, en Frabosa, en el Piamonte, que se usó durante la construcción original, con tecnología de vanguardia para garantizar que la pátina del mármol viejo y nuevo coincidiera. 

"Esto no ha sido una reconstrucción, sino un proyecto de conservación", dijo Luisa Papotti, la superintendente de arqueología, bellas artes y paisaje en la región de Piamonte, al Art Newspaper


Ahora que la capilla se ha vuelto a abrir, la cubierta volverá a su lugar de descanso tradicional, ya que había sido almacenada en una parte diferente de la catedral durante los años intermedios, siendo la última vista pública en 2015. 


Interior de la cúpula, capilla de la Sábana Santa (siglo XVII), por Guarino Guarini, antes del incendio de 1997, Turín, Piamonte, Italia.  Foto por DeAgostini / Getty Images.



viernes, 14 de septiembre de 2018

HISTORIA DEL PARAGUAS O SOMBRILLA

Aunque nos parezca una pieza de lo más normal, su evolución ha sido increíble. Incluso llegó a desaparecer o darse por olvidado durante varios siglos hasta que un buen día alguien abrió el trastero y dijo:"¡Anda mira!, qué bien me viene que hace un calor que te torras ahí fuera".
Esto último me lo he inventado, pero podría haber sido así su vuelta...
Vamos a conocer su historia..

Realmente no se sabe quién fue la persona que inventó el paraguas. Hay una preciosa leyenda china que nos habla de Lu Mei, una chica joven que se había apostado con su hermano mayor quién de los dos era capaz de construir un objeto para protegerse de la lluvia. En solo una noche, Lu Mei fue capaz de elaborar una especie de bastón de cuya parte superior “nacían” 32 varillas realizadas con bambú y que estaban cubiertas entre sí por una tela que recordaba la forma de un hongo o seta.
La historia es bien bonita, pero no hay registros que demuestren que esta historia sea real.

Aunque existen diversos mecanismos para plegarse todos parten del diseño original o, mejor dicho, de la referencia más antigua que se tiene de los paraguas: la del libro de ceremonias llamado Zhou Li, que básicamente es un tratado sobre burocracia y teoría organizativa del siglo II a. C. ahí se explica que en los coches imperiales debían colocarse esos artefactos para cubrir del clima a los usuarios y, además, se describe su forma, es decir, sus peculiares arcos y su bastón.
En realidad el paraguas más antiguo que se conoce es el hallado en la tumba de Qin Shihuang en donde el carruaje atado a unas preciosas esculturas de terracota, tiene un paraguas. Qin Shihuang fue rey del estado chino del 247 hasta el 221 a. C.

Con los intercambios comerciales que propició la Ruta de la Seda, los paraguas fueron conquistando territorio desde Asia hasta Europa. En las culturas antiguas como la egipcia, la griega y la romana se hacía uso de distintos tipos de parasol, hechos con los más diversos materiales.
La Edad Media lo ignoró por completo. Pero en el último tercio del siglo XV, apareció de nuevo el paraguas en Francia. Concretamente en su capital, Paris.

En Francia, al igual que en la antigüedad, se siguió empleando como un mero signo externo de prestigio. Era tenido como un objeto de lujo que empleaban solo las clases de linaje más elevado.  Simplemente sustituyó al bastón y la espada, ya que el desuso de ambos elementos coincidió en el tiempo.

Fue Inglaterra la primera nación europea en emplear correctamente el paraguas. O lo que es lo mismo, para protegerse de la lluvia, utilización que no se generalizó en otros países hasta llegado el siglo XVIII.

En su aceptación social jugó un papel fundamental un estrafalario individuo perteneciente a la nobleza británica, sir Jonás Hongway (nacido en 1712). Fue un precursor del paraguas, artilugio que vio por primera vez en Rusia y del que prácticamente se enamoró, ya que siempre iba con uno en la mano. Este excéntrico personaje se hacía equipado con su paraguas tanto en los círculos sociales más elegantes como en los barrios más pobres.

Tras el auge del paraguas en Inglaterra y Francia, entre otros países europeos, arribó con tremenda fuerza este elemento a España en el siglo XVIII, pese a contar con una historia a sus espaldas de más de tres mil años. A España llegó rodeado de una halo de elitismo y prestigio. Tanto es así que el paraguas se transformó en un objeto de deseo muy codiciado por parte de los individuos que pertenecían a la nobleza y a la Corte Española.

Cruzando el charco, fue en México donde se le dio gran importancia. En estas tierras, personajes como Hernán Cortés, veían con gran asombro como la nobleza azteca daban paseos equipados con una especie de quitasoles o sombrillas por la ciudad de Tenochtitlan. Hecho que se refleja en algunos escritos de la época que todavía hoy se conservan. Con el paso del tiempo, la colonización española junto con el resurgimiento del paraguas en Europa, hicieron que paulatinamente se fuera generalizando su uso en el resto de países de América.
Bastantes años más tarde, los ingleses también pudieron comprobar su empleo entre los nativos norteamericanos de las colonias americanas del Norte.


MATERIALES Y FABRICACIÓN:

Los primeros paraguas de Europa se fabricaban con huesos de ballena o maderas nobles y se recubrían con pelo de alpaca. Pero al principio el paraguas gozó de poco éxito ya que sus varillas de caña eran rígidas, lo que hacía que siempre se debía tener abierto. Algo que se solucionó en el año 1805, cuando Jean Marius inventó el paraguas plegable.

Como al principio era elemento destinado a personas con alto poder adquisitivo y amantes del lujo, la tela, el bastón y las varillas precisaban de materiales exóticos, eficaces y especializados.

Para la fabricación del bastón o palo, que debía ser flexible y resistente para ser capaz de resistir la fuerza del viento, se empleaban caña, madera, e incluso hierro. Se prestaba especial atención a la empuñadura, que iba pegada al recto bastón y se elaboraban con cuerno de animal, marfil, hueso, concha de carey y también ciertas maderas nobles esculpidas o talladas con infinidad de caprichosas formas y motivos.Respecto a la tela, generalmente se empleaba la seda. Con el paso de los años, se fueron adaptando otros materiales como por ejemplo el algodón, la seda, y mucho más reciente, el nylon.
Del mismo modo, en el año 1823, el químico escocés Charles Macintosh (1766 – 1483) inventó el primero paraguas impermeable moderno. Estaba realizado con caucho, lo que suponía un problema, desprendía un fuerte olor bastante desagradable. Con estas innovaciones se fueron abaratando los costes de producción haciendo que fuese cada vez más accesible para el pueblo.


Como podéis ver su uso ha sido un constante de alto y bajos, incluso llegando a ser olvidado. Pero en el momento que le cogieron el gustillo y se vieron elegantes con él a cuestas ya no lo soltaron más. Hoy en día cuando llega la hora de coger el paraguas significa que ha llegado el invierno y no nos hace ni pizca de gracia. Pero las imágenes que os muestro hoy de estos paraguas, mejor dicho parasoles, son para cubrirnos de Lorenzo. Sombrillas de señorita para cubrirse del sol y conservar la tez blanca cual mujer de alta alcurnia..


Disfrutad de la tarde de sol!