ESPERO QUE OS GUSTE

..."MÁS VALE UNA SONRISA TRISTE, QUE LA TRISTEZA DE NO VOLVER A SONREIR"...

"Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu". (Juan Pablo II)

lunes, 19 de noviembre de 2012

Tutankamón, aniversario íntimo

Los 90 años del descubrimiento de la tumba del joven faraón por Howard Carter se cumplen con más pena que gloria en un Lúxor en crisis, desierto de turistas.

 

Vieja postal de la época del descubrimiento de la tumba de Tutankamón con Carter y Mace extrayendo objetos del sepulcro.

Luxor 19 NOV 2012 - 01:10 CET

Me planté en el umbral de la tumba de Tutankamón y musité el canónico “cosas maravillosas”. En realidad, en lugar del brillo del oro que deslumbró a Howard Carter aquel día de noviembre de hace 90 años, lo que tenía entre mis ojos era un feo ventilador de pie que disipaba con su zumbido anémico cualquier atmósfera de misterio. Pero estaba la pena, el dolor por la muerte hace 3.300 años del joven rey que Carter ya percibió y que no se desvanece. Aprovechando que en la antecámara no se encontraban más que mi acompañante, el egiptólogo Javier Martínez, y el vigilante, Ahmed, y que el primero se había asomado a la cámara funeraria para leer unas inscripciones y el segundo se concentraba en él para sacarle unas perras en concepto de bakshish, me incliné sobre la vitrina climatizada donde se exhibe sin pompa la despojada momia del faraón y le leí sentidamente unos fragmentos del libro de Carter La tumba de Tutankamón.“El misterio de su vida todavía se nos escapa”. Y concluí: “Las sombras van desapareciendo pero la oscuridad no acaba de levantarse”. Para finalizar, deposité una flor sobre la urna del rey, como seguramente hizo su esposa Ankesenamón antes de que los sacerdotes y obreros lo encerraran para lo que suponían era la eternidad en su capullo de oro y asombro.
No fue la mía del jueves una gran ceremonia —la única atenta era una araña en el techo, junto a la camarita de vigilancia—, pero Tutankamón parecía sonreír con los dientes de conejo salidos bajo los labios infinitamente resecos en el rostro ennegrecido. Es de temer que la momia no va a tener mucha más fiesta. Para el día 22, a destiempo, se ha organizado un acto institucional en la tumba al que se ha emplazado a los directores de las misiones arqueológicas internacionales en Lúxor, pero la convocatoria ni siquiera especifica la hora (del programa ni hablemos). Es en casos así cuando echas en falta a Zahi Hawass.

 
 Ahmed, vigilante de la casa museo de Carter, en el viejo despacho. / JACINTO ANTÓN


El hallazgo de la tumba se produjo el 4 de noviembre de 1922; la entrada en ella (“El día mejor de todos, el más maravilloso que me ha tocado vivir y ciertamente como no puedo esperar volver a vivir otro”, escribió Carter) el 26; la apertura oficial el 29; el traslado del primer objeto fuera el 27 de diciembre (todos los tesoros están ahora en el Museo Egipcio de El Cairo); la entrada oficial en la cámara funeraria el 17 de febrero de 1923, y la apertura del tercer ataúd y la extracción de la momia el 18 de octubre de 1926. En realidad el aniversario está pasando aquí, tierra de faraones, con más pena que gloria. Nadie parece acordarse en Lúxor de Tutankamón y de la gran aventura que fue el descubrimiento y estudio de su tumba. Vamos, es que ni una mala exposición, ni un letrerito conmemorativo. No están los tiempos para tirar cohetes, ni siquiera por el chico dorado.
Lúxor vive una crisis —uno está tentado de escribir maldición— con proporciones de plaga bíblica, a causa de la caída del turismo. Los templos de una y otra orilla, los museos, el Valle de los Reyes y demás necrópolis se encuentran casi desiertos. En la antigua casa de Carter de Elwat el-Diban, su único verdadero hogar, convertida en museo, no entró nadie durante mi visita de varias horas, así que me limité a homenajearlo (y a recordar cómo a su canario amarillo se lo comió aquí una cobra) junto al comprensivo vigilante —otro Ahmed— y la conserje, miss Gheda, una chica encantadora sepultada en un burka.
Los grandes barcos apenas surcan el Nilo y van semivacíos. “¿Por qué no vienen los turistas?”, se lamenta Hagag, que trabaja de chófer de la misión española en el templo de Tutmosis III. “Esto está tranquilo y es completamente seguro, nadie le tocaría un pelo a un turista. ¡Vivimos de ellos!”. Todos los locales insisten desesperadamente en lo mismo. Achacan la caída de visitantes —los turistas no llegan al 15 % de los de antes de la revolución— al impacto negativo de las imágenes de la plaza Al Tahrir, que las televisiones, critican, “vuelven a repetir una y otra vez”. Sea como sea —y ahora el conflicto en Gaza vuelve a repercutir negativamente en el turismo—, es una oportunidad única para visitar Lúxor sin aglomeraciones, aunque es cierto que los lugares resultan sobrecogedores de tan vacíos y que el turista se puede sentir abrumado por la insistencia de los locales para que preste atención a sus negocios. “Suba a mi carruaje, por favor, señor”, suplica un joven en galabiya, la túnica tradicional, que luego se excusa de manera entrañable por el apremio: “No se sienta acosado, se lo ruego, es que no hay trabajo”. En efecto, la flota de calesas, sin clientes, está estacionada junto al templo de Lúxor con la pesadumbre de los carros del faraón en el Mar Rojo. El visitante ha de enfrentarse tan solo a esa incomodidad de verse obligado a decir continuamente que no, y a sus propios miedos, si los tiene. La animosidad de los habitantes de Lúxor se dirige al Gobierno de Mursi: “¡Menos blablablá y más hacer!”, me dice un barquero, Mohamed, cuya nave ostenta el poco alentador nombre de New Titanic, al cruzar el Nilo en un crepúsculo espectacular festoneado por los martines pescadores que se zambullen en las aguas plateadas.
La tumba de Tutankamón permanece abierta, con un cupo limitado de visitantes, aunque se anunció que se cerraría pues es la única manera de preservarla. En la actualidad, con el ticket a 100 libras (unos 13 euros), y visto el panorama, la tumba parece una fuente de ingresos imprescindible. El proyecto de instalar en la entrada del Valle de los Reyes (junto a la casa museo de Carter) una copia del recinto —y de otras dos tumbas, la de Nefertari y la de Seti I, uno de los grandes planes de Hawass— se ha aplazado sin fecha. La primorosa réplica facsimilar de la de Tutankamón, construida por la empresa Factum Arte en Madrid, ha viajado no obstante a El Cairo para exhibirse con motivo de un encuentro sobre turismo los pasados días 13 y 14, pero su destino último es incierto. En el sepulcro original prosigue sus trabajos un equipo del ministerio de antigüedades egipcio y el Instituto de Conservación Getty. “Estamos analizando la situación de la tumba y su decoración para saber cómo hemos de proceder para preservarla”, explica uno de los miembros del grupo internacional, mientras otro, una chica japonesa, despliega su ordenador al lado del sarcófago de cuarcita amarilla (lo único, junto al gran féretro exterior y la momia, que queda del ajuar de Tutankamón en su sepultura).
Al salir de la tumba, en dirección opuesta a la de Carter, busco los viejos escalones de piedra, 16, cuyo hallazgo significó el inicio de la historia. Se encuentran hoy semiocultos bajo la escalera moderna. Introduzco la mano y acaricio el primer escalón tallado en la roca: el tacto excitante de la gran aventura. “Finalmente, he hecho un descubrimiento maravilloso en el Valle, una tumba magnífica…”.


Artículo extraído de:  http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/18/actualidad/1353269470_184464.html

domingo, 23 de septiembre de 2012

¿Qué es la restauración artística?

Durante los últimos meses, a raíz de un suceso acaecido en el municipio aragonés de Borja, la palabra restauración ha ocupado titulares de periódicos e informativos. El gran público se ha preguntado en qué consiste dicho procedimiento. Dentro del campo de las intervenciones artísticas, la restauración es una de las posibilidades que se le ofrecen al experto a la hora de asegurar la conservación de una obra de arte.
 


Entra dentro del deseo humano querer alargar la vida del objeto artístico y hacer posible su disfrute durante varias generaciones. Muy pocas obras se han mantenido “inmaculadas” a lo largo de la historia. Durante siglos el acto de restaurar respondía a la restitución de la funcionalidad perdida, es decir, al reaprovechamiento puro y duro, más que al anhelo por conservar la obra como tal. El Renacimiento trajo profundos cambios: el hombre se sintió apegado al pasado clásico, considerándose responsable de esa herencia. La idea enraizaría aún más en el siglo XVIII con los grandes hallazgos de Pompeya y Herculano. La obra de arte se entiende ahora como un monumento con valor documental, testigo de la historia acontecida.
El siglo XIX es fundamental para la historia de la restauración, naciendo dos corrientes antagónicas. La primera fue capitaneada por Eugène Viollet-le-Duc y se llamó restauración en estilo; promovía devolver a la obra su estado ideal según el estilo en que ésta se concibió. La segunda fue una tesis mucho más romántica, ejemplificada en las palabras de John Ruskin: «La restauración es un engaño, un daño mayor que la ruina del edificio». Ruskin y sus seguidores contemplaban la vejez y muerte del objeto artístico antes que la intromisión en éste.

El equilibrio entre procedimientos más o menos agresivos se mantiene hoy día. Las obras se restauran por necesidad, cuando sufren desperfectos fruto del paso del tiempo o antes de participar en exposiciones temporales, práctica cada vez más extendida.
Los expertos siempre prefieren una conservación preventiva, basada en medidas de salvaguardia, como la limpieza y aplicación de productos fijadores en el caso de la pintura. Las lagunas existentes no se tocarían, pues prevalece la mínima intromisión. El siguiente paso sería llevar a cabo una restauración. Reintegrar posibles ausencias es lícito siempre y cuando se mantenga cierta honestidad: la parte restaurada ha de adivinarse sobre el original. Podemos citar los repintes con trama diversa (puntos, rayas) o el añadido de elementos arquitectónicos modernos que no desvirtúen en demasía la visión del edificio restaurado.  Para muchos restauradores, la obra de arte es un organismo vivo y cambiante, susceptible a vivir su propia evolución.
Actualmente, son incontables los procesos de restauración que realizan los grandes museos e instituciones culturales . ¿Debemos considerar las aportaciones realizadas por los restauradores como un episodio más en la larga vida de las obras de arte?

Vía| MARTÍNEZ JUSTICIA, María José. Historia y teoría de la conservación y la restauración artística, 2009., Historia de la restauración
Más información| Museo Nacional del Prado
Imagen| Asoarte, Teatro de Sagunto



ARTÍCULO SACADO DE: http://queaprendemoshoy.com/que-es-la-restauracion-artistica/

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Hallan la tumba de un guerrero de época fenicia en un solar del Centro

Los arqueólogos han encontrado el casco y la lanza del difunto, que podría ser un alto mandatario por la calidad de su enterramiento.

 Hallan la tumba de un guerrero de época fenicia en un solar del Centro

 

Las obras que, pese a la crisis del sector inmobiliario, se realizan en el casco antiguo de la capital y sus arrabales siguen deparando sorpresas para los arqueólogos. La última ha tenido como escenario la excavación que desde hace varios meses se ejecuta en un amplio solar entre las calles Jinetes y Refino para construir cuatro sótanos de aparcamiento que albergarán un total de 370 plazas y 150 trasteros. Sobre este 'parking' irán 123 pisos con piscina comunitaria y un local comercial que se ha dejado para una fase posterior. Sin embargo, la promotora no contaba con la presencia ya de un 'residente' inesperado.
Y es que los arqueólogos de Arqueosur, empresa contratada por la constructora para la vigilancia de la obra, en permanente coordinación con los expertos en esta materia de la Gerencia Municipal de Urbanismo, han hallado en el lugar la que podría ser la tumba de un guerrero o príncipe de la época fenicia, es decir, de los siglos VI o VII antes de Cristo.
Fuentes de Arqueosur destacaron que se trata de un enterramiento muy singular y relevante por varias razones. La primera de ellas por la calidad de los sillares que lo conforman, lo que demuestra que tuvo que costearlo alguien con cierta capacidad económica. Y la segunda, por el lugar en el que se ubica, apartado de las necrópolis comunitarias. No obstante, los restos de este personaje -en muy mal estado de conservación- han sido trasladados a un laboratorio para datar con mayor precisión la época a la que corresponden.
Punta torcida
Junto con los restos del cadáver, han aparecido un casco, que estaba situado en la cabecera de la tumba, y la punta de una lanza, torcida en su extremo, como se acostumbraba en la época antigua para que no pudiera volverse a usar.
«El ajuar encontrado hace indicar que se trata de un alto dignatario de la época. El casco está decorado con una especie de greca. De momento, seguimos analizando los restos en el laboratorio para emitir un informe», detallaron desde Arqueosur, que ha dado parte del hallazgo tanto al Ayuntamiento como a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, organismo que en última instancia debe decidir el destino de los restos.
Según las fuentes consultadas, su importancia podría merecer su traslado a la sección de Arqueología del Museo de Málaga, que tendrá su sede en el Palacio de la Aduana. No obstante, esto aún no está decidido.
Otros restos encontrados en el solar pertenecen a viviendas de la época Almohade. Destaca la estructura circular de lo que podría ser un horno de pan. A diferencia de la cercana zona de San Felipe Neri, aquí no se han hallado importantes vestigios de la industria alfarera que se estableció en esta parte de los arrabales de la ciudad. Los arqueólogos seguirán vigilando la excavación hasta que llegue a la profundidad prevista.


http://www.diariosur.es/v/20120912/cultura/hallan-tumba-guerrero-epoca-20120912.html

viernes, 13 de julio de 2012

Un huevo fósil encontrado en Lleida enlaza los dinosaurios con las aves actuales

  • Se trata del único tipo de huevo de dinosaurio del mundo con forma ovoide, similar a los de las gallinas
  • Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Autónoma de Barcelona han identificado en Lleida huevos de dinosaurio con una característica única: tienen forma ovoide. El descubrimiento representa una prueba a favor de la hipótesis de que los pájaros y los dinosaurios del Cretácico podrían haber tenido un ancestro común.
 La paleontóloga de la Universidad Complutense de Madrid, Nieves López Martínez, investigó, antes de su muerte, sobrevenida en diciembre de 2010, unos huevos de dinosaurio con una característica única: su forma de ovoide, asimétrica. Junto al paleontólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona, Enric Vicens, los dos científicos hicieron un análisis exhaustivo del hallazgo que ha sido publicado recientemente en la revista Palaeontology.
Los investigadores han bautizado el nuevo tipo de huevo de dinosaurio con el nombre científico de Sankofa pyrenaica. Los ejemplares han sido descubiertos en el área de la sierra del Montsec, en Lleida, en dos yacimientos muy cercanos situados a ambos lados del paso de Terradets.
La zona sur-pirenaica es rica en yacimientos de huevos de dinosaurio, la mayor parte de los cuales pertenecían a saurópodos del Cretácico Superior, de hace más de 70 millones de años. En aquella época, el paisaje correspondía a un litoral plagado de playas y deltas que ganaban terreno al mar por la acumulación de sedimentos. En los bancos de arena de las playas y de las planicies aluviales ponían los huevos grandes grupos de estos animales. La arena y el barro de la época han dado lugar, a lo largo de millones de años, a las areniscas y margas donde ahora se encuentran los restos de dinosaurios.
Los yacimientos donde se ha hecho el hallazgo corresponden al final del Cretácico Superior, entre el Campaniense y el Maastrichtiano, hace entre 70 y 83 millones de años. Los ejemplares que se han encontrado corresponden a huevos pequeños, de unos 7 centímetros de altura y 4 de ancho, y con un caparazón de 0,27 milímetros de espesor en promedio. La mayor parte de los huevos estaban rotos en pequeños fragmentos, pero también se han encontrado huevos más o menos enteros, que se pueden observar fácilmente en sección. Todos los huevos de estos yacimientos pertenecen a una misma especie y la diferencia principal respecto de otros huevos de la misma época es su forma asimétrica, parecida a la de un huevo de gallina. Los ejemplares más íntegros muestran claramente una forma ovoide poco común en los huevos del Cretácico Superior y similar a los de las aves actuales.
La forma de estos huevos es una característica única en los ejemplares de terópodos del Cretácico Superior y sugiere un vínculo con las aves. Los huevos de los dinosaurios no avianos son simétricos y alargados. La asimetría en los huevos de los pájaros está asociada a la fisiología de las aves: toman esta forma por la existencia de un único oviducto que no puede formar más de un huevo a la vez. En este caso, el istmo, la región del oviducto que origina la membrana de la cáscara, confiere esta forma asimétrica al huevo. Gracias a esta forma el extremo más grueso aloja una bolsa de aire que facilita la respiración del pájaro en las últimas etapas de desarrollo. Se trata de un paso evolutivo que aún estaba muy poco desarrollado en los dinosaurios.
El huevo encontrado por los investigadores de la UCM y la UAB representa, en cierto modo, el eslabón perdido entre los huevos de dinosaurio y los de las aves. Sólo un ejemplar de huevo hallado en Argentina, correspondiente a un ave primitiva de la misma época, tiene características similares. El descubrimiento representa una prueba a favor de la hipótesis de que los pájaros y los dinosaurios del Cretácico (los terópodos no avianos), podrían haber tenido un ancestro común.
Foto 1: Gráfico que clasifica el huevo de dinosaurio Sankofa pyrenaica (letra H) según su forma. De la A a la G son huevos de dinosaurio. De la I a la P son huevos de ave. 
Foto 2: Ejemplar de huevo de dinosaurio Sankofa pyrenaica.

Investigador de contacto: Enric Vicens, Área de Paleontología. Departamento de Geología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Tel: 935 811 783. E-mail: Enric.vicens@uab.cat
Área de Comunicación y de Promoción de la Universidad Autónoma de Barcelona: Octavi López Coronado. Tel. 935 813 301.

domingo, 20 de mayo de 2012

El conjunto arquitectónico de Madinat Al-Zahra, nombrado Museo Europeo del Año

El conjunto arquitectónico de Madinat al-Zahra, localizado en Córdoba, ha sido galardonado con el Premio Museo Europeo del Año entre los 46 centros que participaban en esta edición.
El centro cordobés ha sido distinguido por la Asamblea Anual del Fórum Europeo de los Museos -perteneciente al Consejo de Europa-, celebrada desde el pasado miércoles en el municipio luso de Penafiel, al norte de Portugal, y que ha otorgado otro de sus cuatro premios al Centro Internacional del Títere de Tolosa, en Guipúzcoa (País Vasco).
El Premio al Museo Europeo del Año (EMYA en sus siglas en inglés) reconoce la "excelencia profesional en todos los aspectos del trabajo de un museo" y destaca a los que mejor "entienden las necesidades de su audiencia" de acuerdo a criterios de "interés público", según el Foro Europeo de los Museos.
A competición se presentan centros artísticos de todo el continente, ya sean públicos o privados y de grande o pequeña dimensión, aunque todos ellos se caracterizan por presentar "contenidos innovadores", ejercer de "puente" entre ciudadanos y museos y contribuir así a la "democratización" de la cultura en la sociedad.
El complejo de Madinat al-Zahra -reconocido con Premio Aga Khan de Arquitectura 2010- fue inaugurado en octubre de 2009 y su interior alberga algunas de las "joyas" del arte islámico elaborado en la Península Ibérica durante la ocupación musulmana.
Con cerca de 8.000 metros cuadrados, cuenta con una exposición permanente sobre la ciudad de Córdoba en la época en que era capital del califato, además de un auditorio, una biblioteca, un aula didáctica y un área de investigación y documentación.
El centro andaluz sucede de esta forma al museo belga Gallo-Roman de Tongeren, distinguido en 2011, y al acuario de Stralsund, en Alemania, premiado en 2010.
Por su condición de ganador, el museo cordobés recibirá 'El Huevo', una escultura de Henry Moore que podrá exponer en sus instalaciones durante todo el año.
El Premio del Consejo de Europa del año 2011 fue a manos del Rautenstrauch-Joest, situado en Colonia (Alemania), una decisión que fue conocida el pasado 25 de abril y que condecora a aquellos centros artísticos que trabajan en "promover el respeto por los derechos humanos y la democracia, colocando sus colecciones en una perspectiva europea".
El Premio Silletto, que pretende distinguir a aquellos museos que hayan desarrollado en los últimos dos años una relación profunda y productiva con la comunidad local, reconoció el trabajo realizado por el guipuzcoano Centro Internacional del Títere de Tolosa, también conocido por sus siglas en inglés, TOPIC.
Los vascos suceden a los holandeses del Museo Watersnoods, vencedores el año pasado, y recibirán una pieza creada por Archibald Knox que podrán exhibir durante el 2012.
El último de los cuatro galardones que reparte este Foro Europeo de los Museos se dirigió a Dublín, concretamente al Glasnevin, que recibió el Premio Kenneth Hudson, cuyo fin es homenajear a aquellos proyectos artísticos que destaquen "por su audacia, muchas veces controvertida".

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/19/andalucia/1337456602.html

lunes, 7 de mayo de 2012

Hallados restos de un barco del siglo XVIII en la 'zona cero' de Nueva York

Los expertos creen que la embarcación podría haberse hundido en la zona sur de la ciudad hacia 1797.

La zona cero de Nueva York ha escupido un vestigio del pasado: los restos prácticamente completos de un navío del siglo XVIII de casi diez metros de eslora. Los trabajadores que tratan de completar la aparentemente imposible tarea de construir sobre el solar que dejaron a su paso los atentados del 11-S hace nueve años -solo uno de los siete edificios proyectados está en pie a causa de las múltiples disputas políticas y problemas económicos que han ralentizado la construcción-, tropezaron el martes con una serie de maderas paralelas a unos ocho metros bajo tierra.
"La forma era claramente la del contorno de un barco" aseguró en el diario The New York Times Michael Pappalardo, un arqueólogo que trabaja con la Autoridad Portuaria de Nueva York documentando todo lo que va apareciendo en la zona cero y que estaba en el área cuando los obreros le alertaron. Según todos los indicios, el barco, de casi diez metros de eslora, podría haber sido utilizado como relleno para arrancarle espacio al río Hudson al sur de Manhattan hace unos 200 años.
Un ancla de unos 50 kilos fue encontrada el miércoles a pocos metros de donde aparecieron los restos del navío, que según The New York Times incluso podría llegar a tener nombre, puesto que mapas antiguos de Nueva York indican que en las cercanías de donde se halló el barco había, hacia finales del siglo XVIII, dos muelles, el Lake y el Lindsey. No obstante, los diferentes arqueólogos que acudieron el martes a la zona cero y que desde entonces trabajan a mano para tratar de rescatar los frágiles restos del barco prefieren no avanzar demasiado hasta que estos sean analizados en los laboratorios.
Durante los últimos dos siglos el barro ha protegido los restos del navío pero al dejarlo al descubierto, el contacto con el oxígeno tiene un efecto devastador sobre la madera, que se deteriora rápidamente. De ahí que un equipo de arqueólogos se haya trasladado a la zona para tratar de conseguir el máximo de información sobre el artefacto antes de que la madera comience inevitablemente a romperse.


NOTA: ¿y por qué no lo vieron entero cuando construyeron las torres gemelas? Seguramente se escondió...

Nuevos restos del barco del siglo XVIII emergen en la 'Zona Cero'

Arqueólogos hallan nuevos restos del barco del siglo XVIII en la "Zona Cero", que supone el mayor descubrimiento en Nueva York desde 1982


NUEVA YORK (EFE) — El equipo de arqueólogos que ayuda en las excavaciones en la "zona cero" de Manhattan ha encontrado nuevos restos del barco del siglo XVIII hallado en julio del año pasado en ese área y que supuso el mayor descubrimiento arqueológico en Nueva York desde 1982.
"Hemos encontrado una porción de la parte frontal o proa del navío, son varias decenas de piezas de unos dos metros de largo y menos de medio metro de alto", explicó el arqueólogo Michael Pappalardo, encargado de las tareas de evaluación del descubrimiento.
El experto es miembro de AKRF, una de las empresas contratadas por la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey para documentar los hallazgos históricos que puedan encontrarse en las obras de reconstrucción de la "zona cero", donde se levantaba el World Trade Center hasta los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Pappalardo, quien afirmó que es "muy poco probable que queden más restos del barco en la zona", aseguró que las nuevas piezas descubiertas estaban "exactamente donde tenían que estar, ya que se encontraban enfrente de los primeros restos descubiertos el año pasado".
Fue en julio de 2010 cuando un grupo de trabajadores de la "zona cero" encontró los primeros restos de ese barco del siglo XVIII, que según detalló este viernes el arquitecto podría tener una longitud total de entre 15 y 18 metros.
Según sus análisis de los restos del navío, que permaneció durante más de 200 años enterrado en el sur de Manhattan, se trataba de "un barco comercial, no militar, probablemente para transportar personas o bienes a lo largo del río Hudson".
Además, en algún momento debió viajar al Caribe, ya que se han hallado parásitos en los restos de madera analizados que sólo se encuentran en esas aguas, detalló Pappalardo.
Ahora los nuevos restos irán a parar al Centro de Conservación y Arqueología Marítima de Texas, donde se encuentran los laboratorios en los que se analizan todavía las piezas halladas el año pasado y donde quedarán temporalmente hasta que las autoridades neoyorquinas decidan qué hacer con este pedazo de la historia.
Sea cual sea su destino, lo que es cierto es que el descubrimiento de ese barco de la era de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos supone el mayor hallazgo arqueológico en Nueva York desde 1982, cuando se encontraron los restos de un buque mercante del siglo XVIII en unas obras de la calle Water, también en el sur de Manhattan.

domingo, 29 de abril de 2012

Los Ojos del Tuareg (Alberto Vázquez Figueroa)

Veinte años después de haber escrito Tuareg, el autor se ha visto obligado -empujado, sin duda, por los injustos acontecimientos que están ocurriendo en el corazón de África-, a retomar los personajes de una casi mítica novela que ha pasado a convertirse en un clásico de los relatos de aventuras, iniciando, una vez más, la lucha contra la explotación y la tiranía. Pero la barbarie no viene, en este caso, de la mano de sanguinarios tiranos o crueles dictadores; viene de la mano de individuos, en apariencia inofensivos, alegres y despreocupados que, en su afán por buscar excitantes emociones en lugares remotos, no dudan en destruir cuanto encuentran a su paso, empujados por la inconsciencia o la ignorancia, y alentados por la avaricia de quienes han descubierto una inagotable fuente de riquezas en la organización de peligrosas pruebas deportivas. Las tribus nómadas del Sáhara más profundo llevan años sufriendo la brutal agresión que significa el paso cada año por sus tierras de cientos de vehículos en una insensata carrera que destruye vidas humanas, cultivos y ganado, sin aportar a cambio más que la estúpida gloria de llegar el primero a una meta imprecisa. Ya se han cansado. A los ojos de un tuareg, ésa es una estúpida y absurda "prueba deportiva" que jamás debería volver a atravesar sus territorios y, para impedirlo, están dispuestos incluso a dar la vida. 

Puedes encontrarlo en casa del libro.
 
Brutal contrastre entre dos mundos opuestos. 
Habla de una cultura derrochadora, aplastante, irreflexiva e irrespetuosa, humillada ante lo sencillo, lo insignificante, lo tremendamente lógico de una cultura de subsistencia.
Si alguien conoce un poco la problemática de las gentes del desierto (el pueblo saharaui, por ejemplo), encontrará muchos detalles conocidos.
Nos hace plantearnos quiénes son los realmente civilizados: si personas que dedican su tiempo a pasar calor y sed en el desierto por competir en una carrera o gente que se aferra a su tradición por mucho que el mundo avance.... 
Vale la pena reflexionar un poco....
 

lunes, 23 de abril de 2012

El Prado publica nueva información sobre su Gioconda.

Según el Museo, la copia conservada en Madrid de la Gioconda de Leonardo da Vinci, cuyo original se conserva en el Museo del Louvre, fue pintada por algún discípulo del maestro al mismo tiempo que éste creaba su también conocida como Mona Lisa.

Según el Museo del Prado, "[nuestra] copia de la Gioconda de Leonardo da Vinci, cuyo original se conserva en el Museo del Louvre, fue pintada por algún discípulo del maestro al mismo tiempo que éste creaba su también conocida como Mona Lisa. La importancia de este descubrimiento, realizado durante el proceso de estudio y restauración de la obra para su participación en una exposición del Louvre dedicada al artista que se inaugurará el 29 de marzo, reside en que al tratarse de una copia coetánea y perfectamente conservada aporta una valiosa información tanto sobre el paisaje de fondo como sobre muchos detalles que rodean a la enigmática dama."
"Tras este descubrimiento" -continua el comunicado- "la copia de Mona Lisa que conserva el Museo del Prado, confirmada ahora como obra de alguno de los discípulos del gran maestro toscano que trabajaban en su taller al mismo tiempo que pintaba la original, no sólo se revela como la copia más antigua de esta emblemática pintura sino que adquiere una insólita importancia para el mejor conocimiento de la propia obra del Louvre. Esta copia forma parte de las colecciones del Prado desde su fundación en 1819 por proceder de las colecciones reales españolas, germen de la institución. Aunque se desconoce el dato exacto acerca de la forma y fecha de su ingreso en las colecciones reales, probablemente se trate de la obra que aparecía ya en 1666 citada en el inventario del Alcázar como un retrato femenino relacionado con Leonardo. El jefe del departamento de Pintura Italiana (hasta 1700) del Museo, Miguel Falomir Faus, cree muy posible que esta copia estuviera ya en España en las primeras décadas del siglo XVII."

 

Hallan en Altamira pinturas con el doble de antigüedad que los bisontes.

Los signos que se investigan podrían tener 35.000 años, mientras los emblemáticos bisontes tienen unos 15.000.

El hallazgo de una serie de signos pintados en ocre rojo podrían hacer retroceder la cronología de las primeras pinturas de la cueva de Altamira hasta los 35.000 años, el doble de antigüedad que los emblemáticos bisontes de Santillana del Mar, que tienen alrededor de 15.000 años .

El hallazgo aún está en fase se investigación, según explica director del Museo Altamira, José Antonio Lasheras. En la datación se usan nuevos medios técnicos que permiten analizar isótopos radiactivos. "En Altamira hay cosas mucho más antiguas que los bisontes", asegura Lasheras, que no descarta que algunas de ellas pudieran ser del periodo Auriñaciense.
El director del Museo Altamira ha explicado que la utilización de nuevos medios técnicos permite analizar con isótopos radiactivos las pinturas para poder establecer la cronología. De esta forma se puede establecer la antigüedad de los depósitos de carbonato cálcico adherido a las paredes donde se encuentran las pinturas, que al carecer en sí mismo de restos carbónicos, no podían ser analizadas individualmente.
Para conocer más detalles del estudio, cuyo avance ya fue presentado en un congreso internacional sobre el Gravetiense celebrado a finales del año pasado, habrá que esperar aún unas semanas, y podrían producir cambios en la antigüedad de otras cuevas de la franja cantábrica.
Las cuevas de Santilla del Mar son patrimonio de la humanidad desde hace más de 25 años. Hasta el momento, las pinturas de la famosa cueva cántabra se situaban entre el Solutrense y el Magdaleniense. Ahora, las nuevas dataciones acercan a Altamira a las cuevas más antiguas de Europa por sus restos, como la de Chauvet, cuyos primeros restos pictóricos del Paleolítico Superior pertenecen al Auriñaciense.
Altamira, declarada patrimonio de la humanidad en 1985, cuenta con pinturas de bisontes, caballos, ciervos y hombres que datan de hace 15.000 años, durante el Paleolítico Superior.

martes, 17 de abril de 2012

Vigo: lo que pudo ser y ya no será.


En este video se puede apreciar gran parte de los edificios perdidos de la ciudad de Vigo. Era interesante saber cómo lucirían hoy en día; Por eso, se muestran ubicados en sus emplazamientos originales, pero adaptados en imágenes actuales.
Primero se ven los edificios existentes y luego desaparecen para mostrar aquellas construcciones que fueron tristemente demolidas. También se pueden observar las mutilaciones y alteraciones en otros edificios, a la vez que estupendas recuperaciones.

Es importante recordar lo que se perdió, para proteger y cuidar lo que se conserva. Afortunadamente, hoy somos un poco más conscientes de la vital importancia del patrimonio.