ESPERO QUE OS GUSTE

..."MÁS VALE UNA SONRISA TRISTE, QUE LA TRISTEZA DE NO VOLVER A SONREIR"...

"Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu". (Juan Pablo II)

jueves, 18 de abril de 2024

El abril de los Impresionistas

 Y llega abril, mes en el que las flores por fin se muestran al mundo, el aire se llena de olores suaves y agradables y en el que la brisa mece con elegancia los árboles. El sol, aún tímido, atraviesa con sus rayos las zonas oscuras que el invierno ha desperdigado por doquier.

¿Os habéis fijado lo maravilloso que es caminar por la ciudad o, sobre todo, por el campo, cuando llega la primavera? Ese olor maravilloso a calor, a tierra aún húmeda del intenso invierno, la increíble sensación de bienestar que sientes cuando el sol acaricia tu rostro…

Puede que me esté poniendo demasiado romántica con la primavera pero es que, además de ser Su mes (sí, ya sé que la primavera entra el 21 de marzo), también es el mes del Impresionismo. Exacto, del movimiento artístico. En este mes, más concretamente el 15 de abril pero de 1874, el fotógrafo Nadar, abrió sus puertas para la primera exposición Impresionista.


Pero no podemos deleitarnos en este maravilloso movimiento sin antes mencionar la capacidad de poder capturar un instante de la vida en una imagen: la fotografía. ¿Y qué tiene que ver el uno con el otro?. Pues en realidad, y en mi humilde opinión, no sería posible hablar del todo de este movimiento sin la influencia que ha tenido el arte de la captura de la vida sobre un trozo de papel, cristal o metal, y que se expande a partir de 1840. Un ejemplo muy claro, lo tenemos en el maravilloso cuadro  de Monet “Boulevard des Capucines” (1873), que fue pintado en el estudio del fotógrafo Nadar.




Baudelaire (1859): “Así pues, la industria que nos ofrezca un resultado idéntico a la Naturaleza será el arte absoluto. Un Dios vengador ha cumplido las ansias de esta multitud, Daguerre fue su Mesías”. 

No debemos ignorar tampoco que en esta segunda mitad del siglo XIX, concretamente en marzo de 1854, se abren al mundo occidental los puertos de Japón tras doscientos años cerrados.

Se inicia entonces la publicación de varias obras con reproducciones de artistas orientales que dan conocimiento al mundo del asombroso arte que había estado oculto tanto tiempo y que desencadenan el furor por este mundo (Manet, Toulouse Lautrec, Degas, Millet, Rousseau, Van Gogh, Whistler, Monet…entre otros artistas que representaron el arte japonés en sus obras).

En el siglo XVII pero en Edo (Tokyo) comienza el rechazo a los viejos y rígidos cánones del arte oficial, buscando nuevos nuevos lenguajes plásticos, más próximos a aquella nueva y más democrática sociedad que estaba haciendo de Edo una metrópoli vital’. Encontraron la forma de mostrar los temas de la vida moderna de una forma más atractiva con la técnica conocida como ukiyo-e o “mundo flotante”.

Asai Ryoi, escritor del siglo XVI, “Leyendas del mundo flotante”: “vivir  y gozar el momento con los encantos de la luna, la nieve, los almendros en flor y las hojas de otoño; disfrutar del vino, las mujeres y la música, dejándose llevar por la corriente de la vida”. ¿De verdad que no os parece que están describiendo un cuadro impresionista?.

Utamaro, Hiroshige o Hokusai, entre otros, fascinaron a occidente con sus estampas de paisajes, la vida cotidiana, las delicadas figuras femeninas y la poesía. Temas que conectan estrechamente con los propósitos de los impresionistas. Pero fueron unos aspectos muy concretos los que despertaron la atención de los artistas franceses, como la claridad de la luz, los colores lisos, planos sin sombras, el gesto detenido tan característico de la fotografía, la magnificencia en la forma de capturar los efectos de la atmósfera.

Hojas de arce en el Santuario de Tekona.

(Fíjate en este precioso grabado de HIroshige. Dime que no sientes la suave brisa del otoño que mece suavemente la rama del arce que tenemos en primer plano..).

Pissarro escribió a su hijo en 1893,  “He visto a Monet en la exposición japonesa (Galería Durand-Ruel). ¡Caramba, cómo nos dan la razón! Hay puestas de sol de un color gris que son de un impresionismo sorprendente”.

Con estas mini pinceladas sobre este periodo artístico, sólo quería abriros un poco el apetito sobre este movimiento que cumple 150 años de su primera exposición.

Unas pinceladas de este arte:

1. Pareja en un balandro. Manet.


2. La Grenouillere. Monet.


3. Impresión, sol naciente. Monet.


4. Tejados rojos. Pissarro.


5. Escena en el estudio de Renoir. Renoir

   

6. La cuna, Berthe Marie Pauline Morisot





Bibliografía:
Erika Bornay. Historia Universal del Arte. Siglo XIX. Tomo 8.
Pijoan. Historia del arte. Tomo 4
Salvat. Historia del Arte. El Realismo y El Impresionismo. Tomo 15
John Rewald. El postimpresionismo. De Van Gogh a Gouguin. Alianza Forma.
Chefs-D´ceuvre de la peinture. Les Impressionnistes. 

Imágenes extraídas de Wikipedia.



lunes, 4 de septiembre de 2023

OLD IS COOL



Navegando un poquito por internet y hablando con los clientes, me he dado cuenta de algo que está volviendo, muy poco a poco, pero que parece que vuelve a querer formar parte de nosotros y que hace que mi fe en la humanidad vuelva a despertar, con miedo, pero se va asomando.
Hablo de reutilizar, de dar una nueva vida, de comprar cosas con dueño previo, de fijarte en las tienda de antigüedades, o de ropa de segunda mano, de que tienes mínimo un par de apps en tu móvil que sirven para comprar cosas usadas...

A estas alturas, me he enterado por algún pajarillo (los clientes) que tiendas como Balenciaga, con renombre, han apostado por comprar a sus clientes piezas de su firma para volver a ponerlas a la venta dándoles un cambio y que puedan ser reutilizadas. Imagino que lo hacen por seguir tendencias, o por ahorrar costes o por ambas. Pero siempre que sea bueno para dejar de consumir los escasos recursos que quedan, bienvenida sea la idea.
Esto ya lo habíamos visto en otras plataformas de venta, pero el hecho de que marcas de tanto prestigio se inclinen por este modelo de venta, hacen que el mundo respire un poco mejor.

Y te estarás preguntando, el por qué el título que he puesto a este artículo: OLD IS COOL. Pues por la simple razón de que creo que va siendo hora de que nos pongamos serios y nos demos cuenta que seguir fabricando de cero a diestro y siniestro está acabando con el maravilloso mundo que nos rodea. Echemos la vista atrás y entremos en una tienda de antigüedades, de segunda mano, en un rastrillo, en las cientos de apps que te venden piezas maravillosas que alguien ya ha usado y puede que ya no le encuentre valor, pero que tú, seguro, puedes darle una nueva vida. 

Piensa por un segundo que esas miles, que digo miles, millones de piezas ya han pasado por el proceso de fabricación, ya se han consumido recursos para hacerlas, materias primas, dinero y recursos gastados para que puedas tener esa pieza en casa. Y ahora, ¿qué?, pues démosle una segunda vida, o tercera, o cuarta...

Acompáñame un momento para que te muestre lo maravilloso que puede ser entrar en una tienda de antigüedades y disfrutar de la experiencia de encontrar piezas que te llenan el alma.
Respira hondo antes de entrar y abre bien los ojos. Eso sí, por favor, entra sin prisas y deja atrás la idea de "acabar rapidito", porque con prisas no se disfruta la experiencia. Ahora, antes de entrar, observa el escaparate. Te puede dar, normalmente, un pequeña idea (muy muy pequeña) de lo que vas a encontrar cuando cruces el umbral de lo desconocido.
Y ahora sí, cruza la línea del paraíso de la historia y da una primera batida con los ojos. Arriba, abajo, derecha e izquierda... Empápate de lo que te rodea por un segundo. Ve observando las piezas con detalle una a una. Puedes ir más rápido en las que no te atraen para nada, pero dale más tiempo y disfruta del placer que te rodea, de esa sensación tan agradable que se crea en ti cuando tus ojos se detienen en esa pieza que ha capturado tu interés. Puedes tocarla (siempre pidiendo permiso) y sentirla entre tus manos. ¿Sabías que el tacto ayuda mucho a la hora de decidirte por una cosa u otra? No sólo compramos con los ojos. El tocar las cosas nos ayuda a sentirlas mejor y a decidir si nos interesan de verdad. 
En las piezas recién fabricadas, imposible, pero en las que tienen varias vidas en su pátina, hay muchas historias por contar. Que por cierto, nos las cuentan si te fijas en ella. El uso, el color, el desgaste o roce aquí y allá. Esa pequeña muesca en una esquina o cambio de tono en otra...
Piensa por un segundo, en las piezas que te rodean cuando entras a una tienda de antigüedades. Fíjate en esa preciosa mesa, o en la estantería del escaparate; puede que el color no te emocione del todo, pero, si entornas un pelín los ojos y te la imaginas de un color más actual...Eureka! Ahora sí te encaja, ¿verdad?
Esa jarra que asoma en la estantería del fondo, parece que no dice nada. Pero los colores son preciosos. Quizás no la usarías como jarra, pero, ¿y como jarrón?. Una florecillas resultonas dentro y bien colocada en la estantería de la cocina. Ahora sí lo ves, ¿cierto?.

Esa es la magia de las piezas con más años encima que Matusalén, que pueden tener mil y una vidas. 

Un consejo que le doy a mis clientes cuando entran en la tienda es que, una vez terminan el recorrido que vuelvan a hacerlo pero al contrario. No te imaginas las cosas que nos perdemos al hacer siempre el mismo recorrido. Date otra vueltecilla más pero al contrario de como entraste. Te garantizo que vas a encontrar cosas que al principio no viste.


Des una dos o mil vueltas, te pido que entres sin prisa, con tiempo para disfrutar de la experiencia. Empápate del lugar que tiene mucho que contar.


Y recuerda....OLD IS COOL!




Imagen extraída de: https://www.urbanarts.com.br/quadro-002890-old-is-cool/p

viernes, 22 de julio de 2022

ACCESORIO IMPRESCINDIBLE Y VALIOSO: EL ABANICO



...y con el calor que hace en estas fechas no nos vendría nada mal. Incluso lo hemos echado de menos más de una vez al salir a la calle.
¿Pero sabíais que la historia del abanico tiene un origen muy remoto?

Los primeros inventos creados para "hacer viento" son los llamados flabelos (flabellum), y era unos abanicos muy rígidos y grandes que aparecen en las representaciones artísticas asirio-babilónicas, egipcias, pesas, griegas y romanas.

Pero el abanico pequeño y de uso personal más cercano a lo que hoy conocemos es más reciente y procede de las civilizaciones del Extremo Oriente. 
Para los japoneses, la invención del abanico plegable se remonta al 763 d.C, cuando una mujer improvisó el primero al doblar una hoja para aliviar las penas de un enfermo internado en un convento budista.
Los abanicos orientales más antiguos se realizaban con hojas de palmera, planchas de madera muy fina, trozos de tejido, filamentos de papiro o incluso con láminas de metal.

En Europa, hasta el siglo XIII era destinado al uso litúrgico; sobre todo para refrescar al celebrante y para ahuyentar las moscas del cáliz eucarístico.

A partir de entonces se convierte en accesorio femenino, constituído por una pequeña pantalla de plumas o de tela sostenida por un mango fijo de marfil o de algún metal de valor, y colgado en el vestido o a la muñeca mediante una cadenita.
Enrique VIII introdujo los primeros abanicos en Inglaterra durante el siglo XVI, y Catalina de Médicis fue la que los llevó a Paris en 1533, cuando dejó Florencia para casarse con el futuro Enrique II de Francia.

En Europa, a partir del siglo XVI, y gracias al aumento del comercio con Oriente se extendió el modelo plegable realizado uniendo varillas con una cinta (el abanico brisé) o manteniendolas unidas según el modelo llamado "de varillas superpuestas"; este tipo estaba constituido por una superficie llamada "país" de papel, tela o piel adornada con las mas diversas decoraciones, y se sostenía mediante varillas de diversos materiales.
Sus decoraciones se inspiraron al inicio en los modelos orientales y de grandes maestros de la época, dado al gran entusiasmo que causaron. En el siglo XVIII, en Francia, se realizaron ejemplares refinados y lujosos, al igual que en Venecia: los países de estos abanicos se llenaban de delicadas plumas de ave o de piel de cabritilla, mientras las varillas eran de materiales raros como el hueso de ballena, marfil, nácar, concha de tortuga carey o las maderas perfumadas. La decoración pictórica era confiada a autenticos artistas que usaban los dibujos de los más célebres maestros, Francois Boucher, Jean-Baptiste Greuze, entre otros.
Con la Revolución Francesa se inició el declive de los ejemplares refinados, que dejaron sitio a los más sencillos pero también más ilustrados si cabe.

Para proporcionar unas reglas precisas a los artistas comprometidos en su producción, en 1678 se fundó en Francia la corporación de los fabricantes de abanicos (sí, como leeis). Las muy severas leyes de este sindicato imponían a los fabricantes ocuparse sólo de la pintura del país, dejando todas las otras actividades (talla, curtido de la piel y orfebrería) a los artesanos competentes. Es gracias a esta ley que las ilustraciones de los abanicos del siglo XVIII se convirtieron en un verdadero arte.
En este periodo el país de los abanicos se encerraba en un marco dorado, normalmente muy rico, pintado con purpurina o pan de oro; y los abanicos más apreciados estaban pintados por ambas caras.


Después de conocer esto sobre estas preciosas joyas seguro que ahora las vemos con otros ojos.

viernes, 28 de enero de 2022

MUEBLE CON RUEDAS. COMODIDAD Y UTILIDAD

Detalles que suceden de cara al público:
Un cliente se ha percatado de las ruedecillas de un pequeño sofá francés que tengo en el escaparate y me ha preguntado el por qué de las ruedas. Si era por comodidad o porque eran muy vagos y para no moverse demasiado. Por lo que le di una versión resumida de lo que ahora paso a contaros.


Para entender el por qué de estos añadidos en las patas de las sillas, butacas, tresillos y demás muebles del hogar desde principios del siglo XX para atrás, debemos pensar primero en el uso de la calefacción en los hogares. (Os prometo que no me estoy yendo por los cerros de Úbeda).
Hagamos memoria y pensemos que la calefacción como tal, esos tubos que recorren las paredes de nuestro hogar llenándolo de calor, no llegó a nuestras casas hasta principios del siglo XX. 
Por supuesto que antes tenían que calentarse de alguna manera, pero hablamos de chimeneas, calefactores, braseros... No suficientes para calentar cada rincón de las frías viviendas, sobre todo de los países más al norte. 
Aunque si bien es cierto que la calefacción fue usada por primera vez allá por el 300 a.C con el sistema llamado hipocausto de invención griega (qué no inventarían ellos), este uso sólo se daba para las termas, ya que precisaban de dos estancias separadas para poder hacer circular el calor y muchísimo material para poder hacerlas funcionar.

Por esta razón se llenaban las casas, palacios y castillos de los mas pudientes de todo tipo de telas, desde alfombras a tapices(pensad en la Edad Media con esos castillos rebosantes de tapices y alfombras por doquier. Sí, muy bonito, pero también eran porque hacía un frío para morirse). Que sí, decoraban y daban aspecto de majestuosidad a la estancia y recordaban con sus imágenes el poderío del habitante, pero también servían para dar calidez y mantener la temperatura en el interior de la casa.
Por esta razón a los muebles, ya hablando de los muebles del siglo XIX hacia atrás, se les colocaban ruedas de metal o porcelana para que pudiesen moverse con mayor facilidad por encima de las cientos de alfombras que cubrían los fríos suelos de las casas.

Sobre estas líneas os dejo a la responsable del discurso que os acabo de dar. Una pequeña descalzadora francesa con ruedas de porcelana del siglo XIX. La cual, por cierto podéis ver en persona en tienda.


martes, 28 de diciembre de 2021

LORD BRUMMELL, EL DANDY INFLUENCER DEL SIGLO XIX

 


Aún hoy algunas tiendas y casas de ropa masculina se distinguen con el rótulo "Lord Brummell", en un cautivador intento de proponer una elegancia digna del refinado personaje inglés que dictó las leyes en el campo de la moda y las buenas maneras en el periodo de la Regencia (Inglaterra 1811-1830 Jorge III y Jorge IV).

Pero George Bryan Brummell (Londres 1778- Caen 1840) no era un lord, ni de nacimiento ni por nombramiento real: era hijo de un trabajador adinerado que le permitió frecuentar Eton y Oxford, los colegios de la aristocracia.

Inteligente, vanidoso, refinado a más no poder, con dinero para gastar con facilidad; todo ello sumado a algún complejo de inferioridad juvenil por haber frecuentado como parvenu las clases más elevadas, quizá desencadenó en él un sentimiento de venganza, que dio origen al fenómeno del dandismo.

Las buenas maneras aprendidas en los colegios se vieron escrupulosamente perfeccionadas, su espíritu se volvió más agudo, el vestir se cuidó con meticulosidad. Pero su verdadero golpe de suerte llegó cuando conoció al príncipe de Gales (Jorge IV), comandante del escuadrón de los húsares (o "abanderados del gran camino", constituían una unidad de caballería ligera originada en Hungría) en el que se había enrolado.

Le cayó en gracia y se convirtió en visitante asiduo de Carlton House, hecho que le permitió acceder a los salones más exclusivos de Londres, donde fue considerado el árbitro indiscutible de la elegancia. En breve fue imitado por los jóvenes aristocráticos no sólo en su forma de vestir, de un gusto exquisito y de una simplicidad creada con arte, sino también en la forma de comportarse, de verdadero lord. "Dandy" se convierte, así, en sinónimo de una persona de maneras perfectas y rebuscadas, que ostenta una gran seguridad en sí misma además de una sobria y elaborada elegancia. Pero una pelea con el príncipe e importantes deudas de juego interrumpieron la historia del primer dandy de Europa, que se vio obligado a emigrar a Cales, verdadero refugio de los deudores, donde acabó sus días en la miseria.

Aunque su final fue trágico, pero no raro; recordemos la obra Oscar Wilde y su Retrato de Dorian Grey, obra de 1890 con un Dandy de pies a cabeza (spoiler) como protagonista que también acaba mal; pensemos que el personaje del dandy como tal en sus inicios es cómo se sigue recordando hoy día cuando se nombra a una persona con este apelativo. El dandy a día de hoy se conoce como una persona con (valga la redundancia) personalidad, carácter, saber estar, educación, elegancia..

A principios del siglo XIX Brummell destacó por influenciar en las vidas de las personas que le rodeaban. Él no tenía redes sociales conectadas a internet para darle seguidores y likes, pero las noticias y novedades volaban casi tan rápido como si las hubiese tenido. Tan rápido como subió en la escala social descendió. Puede que bajase aún más rápido de lo que subió.

Hagamos una pausa y echamos la vista atrás para recordar "influencers" que sí marcaron nuestra historia, al igual que nuestro protagonista, como Cleopatra, Julio César, Alejadro Magno, Luis XIV, la Reina Victoria, Virginia Wolf...y un largo etc de maravillosos personajes que han pasado por nuestro tiempo y que han marcado la historia, no sólo por su influencia a la hora de comportarse o cómo vestirse, como Lord Brummell, que también lo hicieron pero sobretodo por sus logros, su legado, por marcar un antes y un después en su tiempo que ha llegado a nuestros días.


(El del óleo del principio no es Lord Brummell, claro)



Parte de esta información ha sido extraída de  Guía práctica de las antigüedades y restauración, Tomo I

martes, 21 de diciembre de 2021

TEMPUS HIBERNUM

 


TEMPUS HIBERNUM

O lo que es lo mismo, Invierno, o el típico...¡cachis, qué frío hace!

Os traigo esta preciosa estampa invernal sacada de un óleo lienzo que tengo justo delante en estos instantes. ¿El autor? Pues he de deciros...que no sé quién es el autor de esta preciosidad de obra. Sí está firmado, pero no es conocido, al menos, por mi persona. (La firma reza R. Montoto, por si vosotros podéis saber quién es).
Pero con o sin artista conocido, (recordemos que no tiene que gustarnos sólo por su firma, sino por lo que transmite al observarla) me ha inspirado para escribiros estas líneas hoy. ¿Y por qué hoy?, pues porque tal día como hoy 21 de diciembre, según el calendario gregoriano (gracias Gregorio XIII) aterriza en el hemisferio norte el invierno y nos encontramos en el Solsticio de invierno.
Toda la información necesaria para entender por qué se llama de esta forma está en internet, así que no os voy a aburrir con un montón de charla insustancial que podéis leer en cualquier parte, incluso, para los que adoramos todavía pasar páginas, en las enciclopedias, sí, he dicho enciclopedias, también lo explican divinamente y con alguna foto en blanco y negro.

Hoy quiero, que os detengáis a disfrutar del día tan corto que tendremos hoy, fíjate en las últimas hojas agarradas con firmeza a los árboles de hoja caduca que no soportan ya la lluvia, la nieve o el viento que las azotan obligadas a dejarse caer. Fíjate en los árboles de hoja perenne con esos colores rojizos y ocres que cubren, algunas aún verdes, que resisten hasta el último segundo antes de cambiar su tonalidad y adaptarse a la nueva estación.
Párate a respirar ese aire cálido que amenaza lluvia con el día nublado, o el frío que congela la nariz cuando asoma a través de la bufanda.
Observa cómo se aleja lentamente el bao cuando respiras o hablas.
Cómo cambia la estampa lentamente, con el correr de los días, que nos van llevando poco a poco al pleno y frío invierno, provocado por la tristeza de la Diosa Deméter al pensar en su querida hija encerrada en el infierno con Hades.

La obra que hoy os he querido mostrar nos da una estampa invernal pero sin ser del todo fría
Fijaos en el árbol que se muestra en primer plano de la obra, completamente desprovisto de follaje, tiene signos, todavía, de musgo que cubre su parte alta. Y en el suelo, cerca de este, vemos algunas hiervas que asoman sobre la fina capa de nieve que ha caído. Una valla de madera algo destartalada con apenas unas manchas de nieve separan la parte secundaria de la obra donde vemos a dos figuras que se acercan a nosotros.
Aunque la imagen que se muestra a simple vista es invernal, si centramos nuestra atención algo más de tiempo podríamos decir que esta estación en el cuadro, apenas acaba de comenzar.
Unos leves rayos de sol se vislumbran a través de las nubes de colores rojizos que tiñen la estampa de un tono más cálido.
A medida que nos centramos más en el fondo de la obra vemos cómo el autor ha querido hacerlo más invernal, pero no es, sino, hasta llegar a las montañas del fondo, donde percibimos el invierno más frío. Es ahí donde todo está congelado, las montañas no atisban un ápice de vida entre su manto blanco.
Es sólo en los primeros planos del lienzo donde su artista ha querido mostrar un invierno más amable, pero que se ve amenazado por ese invierno duro, frío y blanco que amenaza en la lejanía.

Podemos, incluso, aventurarnos y darle una vuelta a la interpretación de lo que vemos en la obra, y decir que en ella a Don Invierno le queda un leve suspiro de días. Volvamos, de nuevo a nuestro protagonista, el árbol del primer plano, esta vez un poco más, con detalle, ¿veis las hojitas que el autor ha colocado en algunas de las puntas de las ramas más altas? Atisban la llegada de la primavera y los primeros brotes. Pensad en ese musgo como si quisiese ir subiendo por las ramas atraído por el calor del sol que amenaza el cambio de estación. 

Todo depende de los ojos con los que se vea a la obra que tenemos delante esta tarde y de las ganas de frío que tenga cada uno.

Aun así, no dejes de observar, de contemplar el cambio de estación que se nos presenta el día de hoy. Con lo bueno y con lo malo, con el frío, la lluvia, la nieve, la bruma y, a veces, aunque sólo a veces, algún rallito de sol que calienta el espíritu.



Felices Fiestas desde Antiquitatum Taberna.


La obra que sale en esta publicación la tenéis a la venta en tienda.

viernes, 11 de enero de 2019

Las firmas en la obra de Arte.

El eminente coleccionista Lázaro Galdiano afirmaba cuando le preguntaban si había comprado alguna vez alguna falsificación y, por tanto, si se había sentido engañado: "Nunca me he sentido engañado, porque siempre he comprado lo que me ha gustado". Y él tenía un gusto exquisito. (Sólo tenéis que acercaros al Museo a contemplar las maravillas que alberga). No era, por tanto, un comprador de formas, sino de obras que le reportaban una emoción estética.
El comprador de firmas suele ser totalmente insensible al arte, aunque lo valore enormemente como símbolo de prestigio social y económico. El fenómeno se suele dar más a menudo en relación con el arte contemporáneo.
Pensad en lo siguiente: cuando alguien compra una obra de arte que consiste en un trozo de pared, una cama o un calcetín y paga por dicha obra varios millones, ¿de verdad el comprador lo hace para gozar en su contemplación meditando sosegadamente sobre los principios filosóficos y sociales que han inspirado aquella "rareza" estética?
Dichas obras, no se compran (a mi parecer, y cada uno puede pensar igual o diferente que, al menos por el momento, pensar es propio y libre) para ser contempladas sino para ser exhibidas  como medio de adquirir u mérito social. Eso si, la pieza tiene que ser ella misma la que diga el nombre del autor, tiene que verse bien quién la ha hecho, de esta forma, quienes la vean no tengan duda y aprecien el dinero pagado por ella sólo con contemplarla...

Es obvio pensar que la Historia del Arte está estructurada a base de nombres propios. Más aún, sea en el siglo que sea, el que compra una obra de arte prefiere que esté firmada para avalar la autoría y autenticidad de la pieza. Aunque por supuesto, la firma en sí, ni quita ni añade nada a la emoción estética (para esta parte os recomiendo el libro "Historia de la belleza" por Umberto Eco. Sí el mismo que escribió el "El nombre de la Rosa", también recomendado) que su contemplación pueda producirnos. El comprador de firmas está más interesado en el arte como referencia social y cultural prestigiosas que en el arte como vivencia personal.

Así nos encontramos con que el mercado aparece dividido en dos tendencias difíciles de compaginar: la de los los auténticos coleccionistas de arte, y los que sólo intentan comprar prestigio.
La primera es la que  realmente sostiene una demanda racional que mantendrá siempre en constante subida los auténticos valores, pero la segunda les añade una plusvalía artificial que puede desaparecer en cuanto cambie una moda.


"Información extraída para el artículo de la Revista de la Federación Española de Anticuarios".

miércoles, 14 de noviembre de 2018

EL MANTÓN DE MANILA

UNA TRADICIÓN ESPAÑOLA PARA EL MUNDO

El lienzo cuadrado de seda, decorado en colores vivos con flores, pájaros o fantasías y rematado en todo su perímetro por fleco, es en realidad de origen chino. Sin embargo, se hizo muy popular en España e Hispanoamérica durante el siglo XVIII como un complemento del vestuario femenino. Este complemento se inmortalizó gracias a los pintores Joaquin Sorolla, Hermen Anglada Camarasa, Ramón Casas. Aunque ciertamente su origen ha sido materia de debate entre narradores e investigadores, pues hay quienes afirman que su origen en Hispanoamérica se dio en México, no deja de vincularse a la tradición española y su historia.


Generalmente se asocia el mantón de seda a la mujer andaluza. La razón por la que esta prenda se asocia con la cultura española, es porque su nombre se debe a la capital de Filipinas que fue una colonia española y origen de las rutas comerciales marítimas durante la época imperial española.

Originalmente se realizaba con seda cosido con hilos también de seda. De forma cuadrada y gran tamaño, urdido en colores variados, destacando entre ellos el negro y el marfil. Se realizaba un dibujo en papel y se perforaba, para luego marcar con tizas las plantillas perforadas dejando así la marca en la tela que pasaba al bastidor para proceder el bordado. La técnica que más se usaba era el bordado a matiz, y dentro de ella el bordado plano con puntos de matiz chino, pasado plano y cordoncillo. Finalmente se colocaban los flecos, que también se realizaban con hilo de seda y técnica de macramé. Toda su confección era un ritual cultural, una serie de eventos meticulosamente procesados para que resultase en una pieza hermosa y única. Las técnicas y procedimientos se han perfeccionados e industrializado, pero desde sus inicios se internó en la cultura española con una realización altamente artesanal.

Es importante destacar que para su almacenamiento los mantones requieren de un sistema de bordado especial, podría pensarse que desconocer tal sistema puede poner en riesgo la pieza, debido a que ciertamente es una pieza que merece cuidado. Sin embargo, existen métodos también tradicionales y fáciles de llevar a cabo para garantizar el cuidado de la confección y el acabado, como cubrirlos con una funda o guardarlos en un cajón y cambiarlos de posición de vez en cuando. También existen tubos acolchados donde el mantón queda enrollado entre dos telas de algodón de tamaño mayor para evitar que el polvo acidifique la pieza. Si es necesario realzar el bordado, basta con plancharlo del revés, con plancha de vapor.

Esta pieza ya tradicional es también un accesorio ideal en eventos de moda, ya que su colorida característica le imprime un aire sofisticado y elegante a la vez. Los mantones de Sevilla han sido lucido por personalidades reconocidas, como el caso de el Príncipe de Gales y la Duquesa en su visita a Sevilla en el año 2011, quien lució contenta un regalo recibido en Madrid, y se trataba de un mantón.

Por mantón de Manila se conocen en la actualidad tanto las piezas de seda bordadas a mano con hilos de seda también, como piezas realizadas con otros materiales como el raso; o seda pero cosida a máquina. 
El mantón de Manila original es de seda, negro cosido a mano con hilos de seda y dibujo de colores. Una pieza, claro está, de mucho valor, pero única por su belleza.

A pesar de ello, como decía, se pueden encontrar mantones realizados en diferentes telas algo mas económicas, y cosidos a máquina pero también de una gran belleza. Para que todos y todas podamos tener una pieza de esta belleza en nuestras casas.


Mantón de Manila en tela de raso negro cosido a máquina.
En perfecto estado de conservación.
Lo puedes encontrar en tienda, Antiquitatum Taberna.

martes, 6 de noviembre de 2018

LA FOTOGRAFÍA ANTIGUA

Gelatino bromuro 1878



La placa seca de gelatina bromuro es un avance tecnológico de la fotografía que prácticamente sirvió de puente entre los antiguos mecanismos (daguerrotipo, calotipo) y los medios fotográficos sucesores (placa de nitrato, película fotográfica flexible, etc).

Parte, inicialmente, de una emulsión hecha de bromuro de cadmio y de una solución a partes iguales de gelatina y agua. Una vez sensibilizada esta emulsión con nitrato de plata se extendía sobre el vidrio y se dejaba secar.

Las sucesivas mejoras en la emulsión, la aparición de las primeras máquinas para extenderla uniformemente sobre el vidrio, el hecho de que los negativos una vez producidos mantenían durante mucho sus propiedades fotográficas, la aparición (1888) de la cámara “Kodak 100 vistas” con rollo de papel, el uso a partir de 1889 de los soportes plásticos ( a pesar de los problemas del nitrato de celulosa, inflamable, a la venta hasta 1940) y del diacetato de celulosa, “síndrome del vinagre”) y, finalmente, su revelado químico, han permitido su uso hasta nuestros días.
Aspecto externo

Las placas secas de gelatina son las más comunes. A diferencia de las de colodión húmedo (tonos marrones, cálidos) las de gelatina son oscuras (negras) y la emulsión se halla extendida en la placa de forma regular. Las placas de nitrato, aparte de pruebas como la ignición, se identifican si en el borde llevan palabra nitrate. Cuando la palabra es safety nos encontramos ante una placa de acetato de celulosa. También puede realizarse su identificación a partir de su densidad, de su conductividad eléctrica o de sus muescas de fabricación, fácilmente observables en el borde del soporte.



Tras la dificultad que presentaba la manipulación en los exteriores del colodión, para perfeccionar un tipo de negativo que se pudiera exponer en seco, sin que se necesitara revelar inmediatamente después de su exposición, lleva a un nuevo estudio en investigación de la placa seca.

Tras muchos intentos sin éxito se propuso el gelatino de bromuro, quedando desbancado el colodión (1882). El gelatino-bromuro seca la placa.

Fue el fotógrafo británico Charles E. Bennett en 1878, quien inventó una plancha seca recubierta con una emulsión de gelatina y de bromuro de plata, similar a las modernas. En 1879, Swan patentó el papel seco de bromuro.

El afán de buscar un soporte más práctico que el cristal, hace que el colodión y otros similares nos lleve hacia 1886 donde aparece la celulosa como superficie fotográfica y con unos excelentes resultados.


Más adelante, el acetato de celulosa sustituirá al celuloide. Las emulsiones se relacionan según los diferentes tipos de sensibilidad y la exposición a la luz y el soporte de la emulsión. Estos tipos de sensibilidad se denominan de forma escalonada bien en Din o en Asa/Iso.

En 1861, el físico británico James Clerk Maxwell obtuvo la primera fotografía en color, con el procedimiento aditivo de color.



EN LA FOTOGRAFÍA PLACA INSTANTÁNEA DE GELATINA DE BROMURO. SE ENCUENTRA EN TIENDA A LA VENTA.


LISTADO DE PROCEDIMIENTOS FOTOGRÁFICOS POR ORDEN CRONOLÓGICO:
1816 - 1827. Heliografía
1834 - 1839. Dibujos fotogénicos
1839 - 1860. Daguerrotipo
1841 - 1850. Calotipo / Talbotipo
1841 - 1850. Papel a la sal
1847 - 1857. Albúmina sobre vidrio
1850 - 1900. Papel a la albúmina
1851 - 1880. Colodión húmedo
1854 - 1860. Ambrotipo
1856 - 1920. Ferrotipo
1860 - 1940. Papel al carbón
1878 -. Gelatino bromuro
1880 - 1920. Aristotipo al colodión
1880 - 1930. Papel al platino / Platinotipo
1880 - 1939. Cianotipo
1882 - 1930. Gelatina POP
1885 -. Gelatina DOP
1890 - 1892. Goma bicromada
1907 - 1935. Autocromos / Placa autocromática
1935 -. Revelado cromogénico
1946 -. Revelado por transferencia de tintes
1963 -. Procedimiento por difusión de tintes
1963 -. Revelado por blanqueo de tintes
1981 -. Fotografía digital
Página donde podéis encontrar esta información: http://cdf.montevideo.gub.uy/investigaciones/procedimientos-fotograficos/1878-gelatino-bromuro






miércoles, 31 de octubre de 2018

Louis Comfort Tiffany

LOUIS COMFORT TIFFANY (1848-1933), hijo del fundador de la empresa Charles Lewis Tiffany, se labró su propio camino con éxito, logrando el reconocimiento mundial por sus geniales diseños. Se convirtió oficialmente en 1902 en director de diseño de Tiffany y estableció el departamento de joyería artística situado en la Quinta Avenida donde se fabricaban sus piezas de joyería y otras obras preciosas.

Fue uno de los líderes mundiales del movimiento Art Nouveau. Es admirado por sus joyas, lámparas vitrales y vidrieras que iluminan museos, bancos, hospitales, vestíbulos de hoteles...

Con el vidrio, las gemas y el esmalte como principales materiales, Louis Comfort Tiffany celebró la naturaleza y el arte de las culturas exóticas. En su mágico mundo de belleza, libélulas incrustadas de gemas y bayas de granate se suman a joyas y objetos inspirados en patrones que van desde el antiguo Egipto hasta la India.

Louis Tiffany nació en Nueva York y estudió arte con los pintores George Iness (1825-1894) y Samuel Colman (1832-1920). En 1887 contribuyó a la fundación de la Society of American Artists. Tiffany había comenzado a experimentar con vidrio decorativo alrededor de 1875. Buscaba llevar el color al vidrio y estudió las técnicas antiguas y modernas en su intento de desarrollar nuevas formas de dar luminosidad y colores vibrantes al material. Su cristalería se hizo internacionalmente conocida especialmente su vidrio Favrile, que era iridiscente, fluido y de formas libres. Al comienzo de su carrera Tiffany viajó a Europa y visitó Londres, donde el movimiento esteticista estaba en su cumbre. En esa época James Whistler (1834-1903) estaba trabajando en su Habitación del pavo real que tendría un profundo efecto en el desarrollo de Tiffany. El motivo del pavo real fue muy popular y recurrente a lo largo del periodo el Art Nouveau.

El interés de Louis Comfort Tiffany por la botánica es evidente en el icónico floriforme Jack en el jarrón del púlpito (Jack in the Pulpit vase). Formado a partir de una sola pieza, o masa de vidrio fundido, presenta un exuberante borde abocardado sobre un tallo delicado y una base bulbosa. Tiffany produjo este jarrón en dos esquemas de color; Además del tono amarillo iridiscente semitransparente de este ejemplo, también estaba disponible en una combinación de verdes opalescentes, azules y violetas.

Aunque Tiffany comenzó su carrera como pintor, abandonó la pintura en favor de las artes decorativas en la década de 1870. Si bien abrazó a casi todos los medios a lo largo de su prolífica carrera, obtuvo la mayor aclamación por sus diseños de vidrio, incluidos los vitrales con plomo y el vidrio soplado conocido como Favrile, un nombre derivado de la palabra Old English fabrile(forjado a mano), producido por Tiffany Furnaces, Inc. en Corona, Queens. El vidrio Favrile, con superficies translúcidas u opacas y formas amorfas exuberantes, transformó la industria del vidrio anteriormente dominada por el vidrio cortado transparente en formas estándar.


ESTA PIEZA NO SE ENCUENTRA EN TIENDA, PERO SI ALGUIEN TIENE INTERÉS EN ELLA SE PUEDE MOSTRAR EN PERSONA PREVIA SOLICITUD.
VALORADA EN 12.000€ (se aceptan ofertas)