Cada día en nuestra tienda, tanto en persona como por teléfono o redes sociales, tenemos a clientes que preguntan el precio de sus objetos más preciados. Por supuesto de esos hay muchos que tienen un valor aproximado a lo que el cliente dice y otros que no hay por donde cogerlos. Incluso están los que piensan que no vale y realmente la pieza tiene su valor.
En el día de hoy ha pasado una clienta por nuestra tienda con esa misma pregunta pero sobre una máquina de coser Singer. Por ello os dejo esta publicación para que nos hagamos una idea de su valor.
VAMOS ALLÁ!
¿Sabías que las primeras máquinas de coser se fabricaron con hueso o cuerno de animal hace más de 25 000 años? Pero el arte de la costura a máquina como hoy lo conocemos empezó en 1846, cuando Elias Howe obtuvo una patente estadounidense para inventar la máquina de coser.
Antigüedad
Para considerarla antigua, una máquina de coser debería ser anterior a 1900. A menudo, las máquinas de coser sumamente antiguas se han perdido en el tiempo o se han tirado. Por este motivo, puede valer tanto en una subasta una máquina de coser antigua; si sobrevivieron, entonces puede que sean inusuales, y, por lo tanto, sean bastante buscadas. Ten en cuenta que las Singer de 1960 en adelante tienen en su mayoría su número de modelo claramente visible en ellas. Anteriormente las Singer no llevaban el número de modelo.
Estado
Si tu máquina funciona y, especialmente si lo hace sin problemas y eficientemente, es probable que tenga un impacto muy positivo en su valor. Una máquina dañada o rota probablemente valga menos. Ten en cuenta también que una máquina será probablemente más valiosa si cuenta con la caja de madera original y en buen estado, y si la máquina tiene su llave original. Si dispone de todas sus piezas, documentos e instrucciones originales, es probable que también suba el valor de la máquina. Por supuesto, si tu máquina ya no funciona ni tiene sus piezas originales, no necesariamente quiere decir que no pueda hacerte ganar algo de dinero. Algunas veces los coleccionistas están interesados en una máquina por su valor estético y, por lo tanto, les interesa simplemente por el aspecto que tiene.
Modelos industriales frente a los domésticos
Tu máquina puede ser doméstica, vendida para los hogares y para uso personal, o bien una antigua máquina industrial, utilizada en una fábrica para producir a gran escala. Una máquina industrial probablemente será más grande y más resistente que un modelo doméstico, y será capaz de coser materiales gruesos como el cuero. Aunque estas máquinas de fábrica ya no son útiles para fines productivos, aún pueden ser objetos de coleccionista muy interesantes y decorativos.
Factores que determinan el valor de una máquina de coser
La mejor manera de poder averiguar el valor de una máquina de coser es empezar por poder identificar el fabricante, y luego valorar su antigüedad, estado y tipo de máquina.
Uno de los nombres más grandes y antiguos en la historia de las máquinas de coser es Singer. Hacia 1890 Singer dominaba el mercado de la costura, con cerca del 80 % de las máquinas de coser del mundo siendo Singer. Y hasta hoy en día el nombre Singer es casi un sinónimo de coser. Algunas Singer populares de colección son la Featherweight, la Singer 301, la Singer 66, la Singer clase 127 y las máquinas Singer con forma de violín. Hay también, por supuesto, muchas otras marcas de máquinas de coser...
Después de la II Guerra Mundial aparecieron en el mercado muchas máquinas de coser japonesas que eran clones. Financiados con dinero de los Estados Unidos, estos clones de las Singer a menudo tenían vivos colores o estaban decorados. Hay que tener en cuenta que, aunque el estilo fuera casi una copia del molde de las máquinas Singer, no eran falsificaciones. Intentaron copiar el nombre ‘Singer’. Muchos minoristas importantes también compraban máquinas de coser y les ponían el nombre de su compañía.
En su punto más álgido, en 1906 y 1907, la fábrica New Home produjo 150 000 máquinas de coser al año. Dejaron de producirse en 1955, pero fabricaron una amplia variedad de tipos de máquinas de coser, incluidas máquinas con manivela, la Parlor Cabinet Treadle y la ‘Número Cuatro’.
Wheeler & Wilson fueron principalmente famosos por la fabricación de sus máquinas para hacer dobladillos. La compañía ganó numerosos premios en el periodo en el que estuvo en activo, incluido uno en los años 1860 por sus máquinas para ojales, capaces de hacer 100 ojales en una hora.
Willcox & Gibbs fue fundada en 1857 por James E. A. Gibbs y James Willcox. La empresa fabricó modelos a pedal y a manivela para uso doméstico, pero también fue célebre por sus máquinas industriales, incluida una máquina lo suficientemente potente como para coser paja para sombreros y otros fines.
En términos de calidad, las máquinas de coser White estaban consideradas generalmente como las número 2, justo por detrás de las fabricadas por Singer. Hoy en día son unas de las marcas más comunes de máquinas de coser que se pueden encontrar en los Estados Unidos. Un modelo particularmente popular en el que fijarse es la máquina de coser White Family Rotary, una obra de la tecnología en producción desde finales de los años 1890 hasta los años 1950.
Otras marcas a las que estar atentos incluyen Bernina, Elna y Pfaff.
Recordad que estas publicaciones son para orientar, siempre es aconsejable preguntar a un experto, o a un par de ellos, para contrastar opiniones sobre la tasación de la pieza.
Información extraída del experto en antigüedades Francisco Álvarez Lloret.
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