Muy buenas noches.
Hoy os muestro el lavado de cara a este precioso botellero de hierro.
Con mucha paciencia y amor ha quedado estupendo!!
ESPERO QUE OS GUSTE
..."MÁS VALE UNA SONRISA TRISTE, QUE LA TRISTEZA DE NO VOLVER A SONREIR"...
"Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu". (Juan Pablo II)
"Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu". (Juan Pablo II)
lunes, 23 de mayo de 2016
jueves, 19 de mayo de 2016
BAULITO JOYERO
Paulo Coelho dijo: "Tú decides si quieres reconocer y enfrentarte a tus miedos o quedarte paralizado ante él". Habrá que hacerle caso y "manifestar los sueños para que puedan comenzar a realizarse" ;)
BAULITO JOYERO
Os presento a este guapo baulito joyero al que no he podido resistirme. Este chiquitín necesitaba un pequeño "lavado de cara" :D
Lo primero, ha sido quitarle las muuuchas capas de ese barniz tan oscuro que traía y que no me había gustado nada.
Y una vez bien lijado y limpieza a conciencia tocó manos a la pintura.Y por último!: el interior, que he optado por forrarlo con tela.
Y aquí tenéis el resultado!
jueves, 28 de noviembre de 2013
Una conmovedora carta de amor aparece junto a una momia coreana de casi 500 años
La esposa embarazada de Eung-Tae, apuesto y bigotudo hombre del clan Goseong Yi, puso la misiva junto al pecho de su amado.
Andong National University
sábado, 9 de febrero de 2013
Hallan el retrato que acompaña al pubis del célebre cuadro 'El origen del mundo', de Courbet
- Se trata de un pequeño lienzo de 41 x 33 comprado por un coleccionista anónimo en una tienda de objetos antiguos por 1.400 euros.
- Se ha confirmado que la obra se pintó entre 1858 y 1869 y los cortes en los bordes hacen pensar que fue separado de una tela más grande.
- El pintor francés era un artista muy controvertido y su obra sigue escandalizando.
La revista francesa Paris Match publicó este jueves el retrato que supuestamente acompaña al célebre cuadro del realista Gustave Courbet titulado 'El origen del mundo', que muestra en primer plano el sexo y el torso de una mujer y que se exhibe en el Museo de Orsay de París.
El nuevo hallazgo, en el que se puede ver a una joven con la cabeza reclinada hacia atrás, es un pequeño lienzo de 41 x 33 centímetros comprado por un coleccionista anónimo en una tienda de objetos antiguos por 1.400 euros en 2010.
Una investigación de dos años y una inscripción en
la parte de atrás del lienzo ha permitido establecer que se trata de la
continuación de la controvertida obra del francés Courbet (1819-1819) ejecutada en 1866, explica la revista.
Esa publicación señala también que el pintor, que no firmó el retrato, habría camuflado sus iniciales invertidas (CG) en la oreja de la mujer pintada. Aunque quedan muchas incógnitas por despejar, se cree que la mujer cuyo pubis sirvió de modelo para Courbet podría tratarse de Joanna Hiffernan, una amante del pintor.
Además, se ha confirmado que el cuadro recién descubierto se pintó entre 1858 y 1869 y los cortes en los bordes de la obra hacen pensar que fue separado de una tela más grande, probablemente del original de una sola pieza.
El anónimo propietario del cuadro se dice convencido de que el nuevo retrato y 'El origen del mundo' forman parte de un mismo estudio del pintor previo a 'Mujer con loro', otra pieza de contenido erótico firmada por Courbet que se exhibe en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Paris Match señala que se ha confirmado que los pigmentos y los pinceles utilizados en el retrato coinciden con el sulfuroso pubis que muestra la vulva femenina en el punto focal del cuadro y que el Museo de Orsay exhibe desde 1995.
Adquirido en 1866 por un diplomático otomano llamado Khalil-Bey, tras un periplo poco claro, el psicoanalista francés Jacques Lacan lo compró en 1955, aunque ocultó este hecho.
La obra pasó a manos del Estado francés tras la muerte del pensador, en 1981, en concepto de impuestos sucesorios. La osadía de El origen del mundo, que se cree fue un encargo privado, llevó a Corbert quedarse fuera del catálogo de una gran retrospectiva sobre el pintor en París en 1977.
Incluso cuando comenzó a exhibirse en el Museo de Orsay, esa pinacoteca lo emplazó en una sala aparte y lo sometió a vigilancia intensiva pues la dirección temía las reacciones que pudiera provocar en el público.
Retratar eclesiásticos ebrios divagando por un camino rural o retratar mujeres desnudas le valieron críticas por "indecencia" y acusaciones de "ultraje a la moral religiosa".
La obra sigue escandalizando en el siglo XXI, como demuestra que la red social Facebook cancelase si previo aviso el perfil de un internauta francés que utilizó el controvertido cuadro como foto de perfil.
Su abogado, que pidió a un tribunal francés que exigiera explicaciones a la compañía creada por Mark Zuckerberg lamentó que esta "no distinga entre lo que es pornografía y lo que es una obra de arte".
http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1682173273404668705#editor/target=post;postID=7045712733406587164
Además, se ha confirmado que el cuadro recién descubierto se pintó entre 1858 y 1869 y los cortes en los bordes de la obra hacen pensar que fue separado de una tela más grande, probablemente del original de una sola pieza.
El anónimo propietario del cuadro se dice convencido de que el nuevo retrato y 'El origen del mundo' forman parte de un mismo estudio del pintor previo a 'Mujer con loro', otra pieza de contenido erótico firmada por Courbet que se exhibe en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Paris Match señala que se ha confirmado que los pigmentos y los pinceles utilizados en el retrato coinciden con el sulfuroso pubis que muestra la vulva femenina en el punto focal del cuadro y que el Museo de Orsay exhibe desde 1995.
Adquirido en 1866 por un diplomático otomano llamado Khalil-Bey, tras un periplo poco claro, el psicoanalista francés Jacques Lacan lo compró en 1955, aunque ocultó este hecho.
La obra pasó a manos del Estado francés tras la muerte del pensador, en 1981, en concepto de impuestos sucesorios. La osadía de El origen del mundo, que se cree fue un encargo privado, llevó a Corbert quedarse fuera del catálogo de una gran retrospectiva sobre el pintor en París en 1977.
Incluso cuando comenzó a exhibirse en el Museo de Orsay, esa pinacoteca lo emplazó en una sala aparte y lo sometió a vigilancia intensiva pues la dirección temía las reacciones que pudiera provocar en el público.
Un "agitador por naturaleza"
Courbet, cuya producción aborda temáticas diversas como las escenas de caza, los paisajes o los bodegones florales, era un "agitador por naturaleza", según le describe el Museo de Orsay.Retratar eclesiásticos ebrios divagando por un camino rural o retratar mujeres desnudas le valieron críticas por "indecencia" y acusaciones de "ultraje a la moral religiosa".
La obra sigue escandalizando en el siglo XXI, como demuestra que la red social Facebook cancelase si previo aviso el perfil de un internauta francés que utilizó el controvertido cuadro como foto de perfil.
Su abogado, que pidió a un tribunal francés que exigiera explicaciones a la compañía creada por Mark Zuckerberg lamentó que esta "no distinga entre lo que es pornografía y lo que es una obra de arte".
http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1682173273404668705#editor/target=post;postID=7045712733406587164
lunes, 19 de noviembre de 2012
Tutankamón, aniversario íntimo
Los 90 años del descubrimiento de la tumba del joven faraón por Howard Carter se cumplen con más pena que gloria en un Lúxor en crisis, desierto de turistas.
Vieja postal de la época del descubrimiento de la tumba de Tutankamón con Carter y Mace extrayendo objetos del sepulcro.
Jacinto Antón Luxor 19 NOV 2012 - 01:10 CETMe planté en el umbral de la tumba de Tutankamón y musité el canónico “cosas maravillosas”. En realidad, en lugar del brillo del oro que deslumbró a Howard Carter aquel día de noviembre de hace 90 años, lo que tenía entre mis ojos era un feo ventilador de pie que disipaba con su zumbido anémico cualquier atmósfera de misterio. Pero estaba la pena, el dolor por la muerte hace 3.300 años del joven rey que Carter ya percibió y que no se desvanece. Aprovechando que en la antecámara no se encontraban más que mi acompañante, el egiptólogo Javier Martínez, y el vigilante, Ahmed, y que el primero se había asomado a la cámara funeraria para leer unas inscripciones y el segundo se concentraba en él para sacarle unas perras en concepto de bakshish, me incliné sobre la vitrina climatizada donde se exhibe sin pompa la despojada momia del faraón y le leí sentidamente unos fragmentos del libro de Carter La tumba de Tutankamón.“El misterio de su vida todavía se nos escapa”. Y concluí: “Las sombras van desapareciendo pero la oscuridad no acaba de levantarse”. Para finalizar, deposité una flor sobre la urna del rey, como seguramente hizo su esposa Ankesenamón antes de que los sacerdotes y obreros lo encerraran para lo que suponían era la eternidad en su capullo de oro y asombro.
No fue la mía del jueves una gran ceremonia —la única atenta era una araña en el techo, junto a la camarita de vigilancia—, pero Tutankamón parecía sonreír con los dientes de conejo salidos bajo los labios infinitamente resecos en el rostro ennegrecido. Es de temer que la momia no va a tener mucha más fiesta. Para el día 22, a destiempo, se ha organizado un acto institucional en la tumba al que se ha emplazado a los directores de las misiones arqueológicas internacionales en Lúxor, pero la convocatoria ni siquiera especifica la hora (del programa ni hablemos). Es en casos así cuando echas en falta a Zahi Hawass.
Ahmed, vigilante de la casa museo de Carter, en el viejo despacho. / JACINTO ANTÓN
El hallazgo de la tumba se produjo el 4 de noviembre de 1922; la entrada en ella (“El día mejor de todos, el más maravilloso que me ha tocado vivir y ciertamente como no puedo esperar volver a vivir otro”, escribió Carter) el 26; la apertura oficial el 29; el traslado del primer objeto fuera el 27 de diciembre (todos los tesoros están ahora en el Museo Egipcio de El Cairo); la entrada oficial en la cámara funeraria el 17 de febrero de 1923, y la apertura del tercer ataúd y la extracción de la momia el 18 de octubre de 1926. En realidad el aniversario está pasando aquí, tierra de faraones, con más pena que gloria. Nadie parece acordarse en Lúxor de Tutankamón y de la gran aventura que fue el descubrimiento y estudio de su tumba. Vamos, es que ni una mala exposición, ni un letrerito conmemorativo. No están los tiempos para tirar cohetes, ni siquiera por el chico dorado.
Lúxor vive una crisis —uno está tentado de escribir maldición— con proporciones de plaga bíblica, a causa de la caída del turismo. Los templos de una y otra orilla, los museos, el Valle de los Reyes y demás necrópolis se encuentran casi desiertos. En la antigua casa de Carter de Elwat el-Diban, su único verdadero hogar, convertida en museo, no entró nadie durante mi visita de varias horas, así que me limité a homenajearlo (y a recordar cómo a su canario amarillo se lo comió aquí una cobra) junto al comprensivo vigilante —otro Ahmed— y la conserje, miss Gheda, una chica encantadora sepultada en un burka.
Los grandes barcos apenas surcan el Nilo y van semivacíos. “¿Por qué no vienen los turistas?”, se lamenta Hagag, que trabaja de chófer de la misión española en el templo de Tutmosis III. “Esto está tranquilo y es completamente seguro, nadie le tocaría un pelo a un turista. ¡Vivimos de ellos!”. Todos los locales insisten desesperadamente en lo mismo. Achacan la caída de visitantes —los turistas no llegan al 15 % de los de antes de la revolución— al impacto negativo de las imágenes de la plaza Al Tahrir, que las televisiones, critican, “vuelven a repetir una y otra vez”. Sea como sea —y ahora el conflicto en Gaza vuelve a repercutir negativamente en el turismo—, es una oportunidad única para visitar Lúxor sin aglomeraciones, aunque es cierto que los lugares resultan sobrecogedores de tan vacíos y que el turista se puede sentir abrumado por la insistencia de los locales para que preste atención a sus negocios. “Suba a mi carruaje, por favor, señor”, suplica un joven en galabiya, la túnica tradicional, que luego se excusa de manera entrañable por el apremio: “No se sienta acosado, se lo ruego, es que no hay trabajo”. En efecto, la flota de calesas, sin clientes, está estacionada junto al templo de Lúxor con la pesadumbre de los carros del faraón en el Mar Rojo. El visitante ha de enfrentarse tan solo a esa incomodidad de verse obligado a decir continuamente que no, y a sus propios miedos, si los tiene. La animosidad de los habitantes de Lúxor se dirige al Gobierno de Mursi: “¡Menos blablablá y más hacer!”, me dice un barquero, Mohamed, cuya nave ostenta el poco alentador nombre de New Titanic, al cruzar el Nilo en un crepúsculo espectacular festoneado por los martines pescadores que se zambullen en las aguas plateadas.
La tumba de Tutankamón permanece abierta, con un cupo limitado de visitantes, aunque se anunció que se cerraría pues es la única manera de preservarla. En la actualidad, con el ticket a 100 libras (unos 13 euros), y visto el panorama, la tumba parece una fuente de ingresos imprescindible. El proyecto de instalar en la entrada del Valle de los Reyes (junto a la casa museo de Carter) una copia del recinto —y de otras dos tumbas, la de Nefertari y la de Seti I, uno de los grandes planes de Hawass— se ha aplazado sin fecha. La primorosa réplica facsimilar de la de Tutankamón, construida por la empresa Factum Arte en Madrid, ha viajado no obstante a El Cairo para exhibirse con motivo de un encuentro sobre turismo los pasados días 13 y 14, pero su destino último es incierto. En el sepulcro original prosigue sus trabajos un equipo del ministerio de antigüedades egipcio y el Instituto de Conservación Getty. “Estamos analizando la situación de la tumba y su decoración para saber cómo hemos de proceder para preservarla”, explica uno de los miembros del grupo internacional, mientras otro, una chica japonesa, despliega su ordenador al lado del sarcófago de cuarcita amarilla (lo único, junto al gran féretro exterior y la momia, que queda del ajuar de Tutankamón en su sepultura).
Al salir de la tumba, en dirección opuesta a la de Carter, busco los viejos escalones de piedra, 16, cuyo hallazgo significó el inicio de la historia. Se encuentran hoy semiocultos bajo la escalera moderna. Introduzco la mano y acaricio el primer escalón tallado en la roca: el tacto excitante de la gran aventura. “Finalmente, he hecho un descubrimiento maravilloso en el Valle, una tumba magnífica…”.
Artículo extraído de: http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/18/actualidad/1353269470_184464.html
domingo, 23 de septiembre de 2012
¿Qué es la restauración artística?
Durante los últimos meses, a raíz de un suceso acaecido en el
municipio aragonés de Borja, la palabra restauración ha ocupado
titulares de periódicos e informativos. El gran público se ha preguntado
en qué consiste dicho procedimiento. Dentro del campo de las intervenciones artísticas, la restauración es una de las posibilidades que se le ofrecen al experto a la hora de asegurar la conservación de una obra de arte.
Entra dentro del deseo humano querer alargar la vida del objeto artístico y hacer posible su disfrute durante varias generaciones. Muy pocas obras se han mantenido “inmaculadas” a lo largo de la historia. Durante siglos el acto de restaurar respondía a la restitución de la funcionalidad perdida, es decir, al reaprovechamiento puro y duro, más que al anhelo por conservar la obra como tal. El Renacimiento trajo profundos cambios: el hombre se sintió apegado al pasado clásico, considerándose responsable de esa herencia. La idea enraizaría aún más en el siglo XVIII con los grandes hallazgos de Pompeya y Herculano. La obra de arte se entiende ahora como un monumento con valor documental, testigo de la historia acontecida.
El siglo XIX es fundamental para la historia de la restauración, naciendo dos corrientes antagónicas. La primera fue capitaneada por Eugène Viollet-le-Duc y se llamó restauración en estilo; promovía devolver a la obra su estado ideal según el estilo en que ésta se concibió. La segunda fue una tesis mucho más romántica, ejemplificada en las palabras de John Ruskin: «La restauración es un engaño, un daño mayor que la ruina del edificio». Ruskin y sus seguidores contemplaban la vejez y muerte del objeto artístico antes que la intromisión en éste.
El equilibrio entre procedimientos más o menos agresivos se mantiene hoy día. Las obras se restauran por necesidad, cuando sufren desperfectos fruto del paso del tiempo o antes de participar en exposiciones temporales, práctica cada vez más extendida.
Los expertos siempre prefieren una conservación preventiva, basada en medidas de salvaguardia, como la limpieza y aplicación de productos fijadores en el caso de la pintura. Las lagunas existentes no se tocarían, pues prevalece la mínima intromisión. El siguiente paso sería llevar a cabo una restauración. Reintegrar posibles ausencias es lícito siempre y cuando se mantenga cierta honestidad: la parte restaurada ha de adivinarse sobre el original. Podemos citar los repintes con trama diversa (puntos, rayas) o el añadido de elementos arquitectónicos modernos que no desvirtúen en demasía la visión del edificio restaurado. Para muchos restauradores, la obra de arte es un organismo vivo y cambiante, susceptible a vivir su propia evolución.
Actualmente, son incontables los procesos de restauración que realizan los grandes museos e instituciones culturales . ¿Debemos considerar las aportaciones realizadas por los restauradores como un episodio más en la larga vida de las obras de arte?
Vía| MARTÍNEZ JUSTICIA, María José. Historia y teoría de la conservación y la restauración artística, 2009., Historia de la restauración
Más información| Museo Nacional del Prado
Imagen| Asoarte, Teatro de Sagunto
ARTÍCULO SACADO DE: http://queaprendemoshoy.com/que-es-la-restauracion-artistica/
Entra dentro del deseo humano querer alargar la vida del objeto artístico y hacer posible su disfrute durante varias generaciones. Muy pocas obras se han mantenido “inmaculadas” a lo largo de la historia. Durante siglos el acto de restaurar respondía a la restitución de la funcionalidad perdida, es decir, al reaprovechamiento puro y duro, más que al anhelo por conservar la obra como tal. El Renacimiento trajo profundos cambios: el hombre se sintió apegado al pasado clásico, considerándose responsable de esa herencia. La idea enraizaría aún más en el siglo XVIII con los grandes hallazgos de Pompeya y Herculano. La obra de arte se entiende ahora como un monumento con valor documental, testigo de la historia acontecida.
El siglo XIX es fundamental para la historia de la restauración, naciendo dos corrientes antagónicas. La primera fue capitaneada por Eugène Viollet-le-Duc y se llamó restauración en estilo; promovía devolver a la obra su estado ideal según el estilo en que ésta se concibió. La segunda fue una tesis mucho más romántica, ejemplificada en las palabras de John Ruskin: «La restauración es un engaño, un daño mayor que la ruina del edificio». Ruskin y sus seguidores contemplaban la vejez y muerte del objeto artístico antes que la intromisión en éste.
El equilibrio entre procedimientos más o menos agresivos se mantiene hoy día. Las obras se restauran por necesidad, cuando sufren desperfectos fruto del paso del tiempo o antes de participar en exposiciones temporales, práctica cada vez más extendida.
Los expertos siempre prefieren una conservación preventiva, basada en medidas de salvaguardia, como la limpieza y aplicación de productos fijadores en el caso de la pintura. Las lagunas existentes no se tocarían, pues prevalece la mínima intromisión. El siguiente paso sería llevar a cabo una restauración. Reintegrar posibles ausencias es lícito siempre y cuando se mantenga cierta honestidad: la parte restaurada ha de adivinarse sobre el original. Podemos citar los repintes con trama diversa (puntos, rayas) o el añadido de elementos arquitectónicos modernos que no desvirtúen en demasía la visión del edificio restaurado. Para muchos restauradores, la obra de arte es un organismo vivo y cambiante, susceptible a vivir su propia evolución.
Actualmente, son incontables los procesos de restauración que realizan los grandes museos e instituciones culturales . ¿Debemos considerar las aportaciones realizadas por los restauradores como un episodio más en la larga vida de las obras de arte?
Vía| MARTÍNEZ JUSTICIA, María José. Historia y teoría de la conservación y la restauración artística, 2009., Historia de la restauración
Más información| Museo Nacional del Prado
Imagen| Asoarte, Teatro de Sagunto
ARTÍCULO SACADO DE: http://queaprendemoshoy.com/que-es-la-restauracion-artistica/
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Hallan la tumba de un guerrero de época fenicia en un solar del Centro
Los arqueólogos han encontrado el casco y la lanza del difunto, que podría ser un alto mandatario por la calidad de su enterramiento.
Las obras que, pese a la crisis del sector inmobiliario,
se realizan en el casco antiguo de la capital y sus arrabales siguen
deparando sorpresas para los arqueólogos. La última ha tenido como
escenario la excavación que desde hace varios meses se ejecuta en un
amplio solar entre las calles Jinetes y Refino para construir cuatro
sótanos de aparcamiento que albergarán un total de 370 plazas y 150
trasteros. Sobre este 'parking' irán 123 pisos con piscina comunitaria y
un local comercial que se ha dejado para una fase posterior. Sin
embargo, la promotora no contaba con la presencia ya de un 'residente'
inesperado.
Y es que los arqueólogos de Arqueosur, empresa contratada
por la constructora para la vigilancia de la obra, en permanente
coordinación con los expertos en esta materia de la Gerencia Municipal
de Urbanismo, han hallado en el lugar la que podría ser la tumba de un
guerrero o príncipe de la época fenicia, es decir, de los siglos VI o
VII antes de Cristo.
Fuentes de Arqueosur destacaron que se trata de un
enterramiento muy singular y relevante por varias razones. La primera de
ellas por la calidad de los sillares que lo conforman, lo que demuestra
que tuvo que costearlo alguien con cierta capacidad económica. Y la
segunda, por el lugar en el que se ubica, apartado de las necrópolis
comunitarias. No obstante, los restos de este personaje -en muy mal
estado de conservación- han sido trasladados a un laboratorio para datar
con mayor precisión la época a la que corresponden.
Punta torcida
Junto con los restos del cadáver, han aparecido un casco,
que estaba situado en la cabecera de la tumba, y la punta de una lanza,
torcida en su extremo, como se acostumbraba en la época antigua para
que no pudiera volverse a usar.
«El ajuar encontrado hace indicar que se trata de un alto
dignatario de la época. El casco está decorado con una especie de
greca. De momento, seguimos analizando los restos en el laboratorio para
emitir un informe», detallaron desde Arqueosur, que ha dado parte del
hallazgo tanto al Ayuntamiento como a la Consejería de Cultura de la
Junta de Andalucía, organismo que en última instancia debe decidir el
destino de los restos.
Según las fuentes consultadas, su importancia podría
merecer su traslado a la sección de Arqueología del Museo de Málaga, que
tendrá su sede en el Palacio de la Aduana. No obstante, esto aún no
está decidido.
Otros restos encontrados en el solar pertenecen a
viviendas de la época Almohade. Destaca la estructura circular de lo que
podría ser un horno de pan. A diferencia de la cercana zona de San
Felipe Neri, aquí no se han hallado importantes vestigios de la
industria alfarera que se estableció en esta parte de los arrabales de
la ciudad. Los arqueólogos seguirán vigilando la excavación hasta que
llegue a la profundidad prevista.
http://www.diariosur.es/v/20120912/cultura/hallan-tumba-guerrero-epoca-20120912.html
http://www.diariosur.es/v/20120912/cultura/hallan-tumba-guerrero-epoca-20120912.html
viernes, 13 de julio de 2012
Un huevo fósil encontrado en Lleida enlaza los dinosaurios con las aves actuales
- Se trata del único tipo de huevo de dinosaurio del mundo con forma ovoide, similar a los de las gallinas
- Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Autónoma de Barcelona han identificado en Lleida huevos de dinosaurio con una característica única: tienen forma ovoide. El descubrimiento representa una prueba a favor de la hipótesis de que los pájaros y los dinosaurios del Cretácico podrían haber tenido un ancestro común.
La paleontóloga de la Universidad Complutense de Madrid, Nieves López Martínez,
investigó, antes de su muerte, sobrevenida en diciembre de 2010, unos
huevos de dinosaurio con una característica única: su forma de ovoide,
asimétrica. Junto al paleontólogo de la Universidad Autónoma de
Barcelona, Enric Vicens, los dos científicos hicieron un análisis exhaustivo del hallazgo que ha sido publicado recientemente en la revista Palaeontology.
Los investigadores han bautizado el nuevo tipo de huevo de dinosaurio con el nombre científico de Sankofa pyrenaica.
Los ejemplares han sido descubiertos en el área de la sierra del
Montsec, en Lleida, en dos yacimientos muy cercanos situados a ambos
lados del paso de Terradets.
La zona sur-pirenaica es rica en
yacimientos de huevos de dinosaurio, la mayor parte de los cuales
pertenecían a saurópodos del Cretácico Superior, de hace más de 70
millones de años. En aquella época, el paisaje correspondía a un litoral
plagado de playas y deltas que ganaban terreno al mar por la
acumulación de sedimentos. En los bancos de arena de las playas y de las
planicies aluviales ponían los huevos grandes grupos de estos animales.
La arena y el barro de la época han dado lugar, a lo largo de millones
de años, a las areniscas y margas donde ahora se encuentran los restos
de dinosaurios.
Los yacimientos donde se ha hecho el
hallazgo corresponden al final del Cretácico Superior, entre el
Campaniense y el Maastrichtiano, hace entre 70 y 83 millones de años.
Los ejemplares que se han encontrado corresponden a huevos pequeños, de
unos 7 centímetros de altura y 4 de ancho, y con un caparazón de 0,27
milímetros de espesor en promedio. La mayor parte de los huevos estaban
rotos en pequeños fragmentos, pero también se han encontrado huevos más o
menos enteros, que se pueden observar fácilmente en sección. Todos los
huevos de estos yacimientos pertenecen a una misma especie y la
diferencia principal respecto de otros huevos de la misma época es su
forma asimétrica, parecida a la de un huevo de gallina. Los ejemplares
más íntegros muestran claramente una forma ovoide poco común en los
huevos del Cretácico Superior y similar a los de las aves actuales.
La forma de estos huevos es una
característica única en los ejemplares de terópodos del Cretácico
Superior y sugiere un vínculo con las aves. Los huevos de los
dinosaurios no avianos son simétricos y alargados. La asimetría en los
huevos de los pájaros está asociada a la fisiología de las aves: toman
esta forma por la existencia de un único oviducto que no puede formar
más de un huevo a la vez. En este caso, el istmo, la región del oviducto
que origina la membrana de la cáscara, confiere esta forma asimétrica
al huevo. Gracias a esta forma el extremo más grueso aloja una bolsa de
aire que facilita la respiración del pájaro en las últimas etapas de
desarrollo. Se trata de un paso evolutivo que aún estaba muy poco
desarrollado en los dinosaurios.
El huevo encontrado por los
investigadores de la UCM y la UAB representa, en cierto modo, el eslabón
perdido entre los huevos de dinosaurio y los de las aves. Sólo un
ejemplar de huevo hallado en Argentina, correspondiente a un ave
primitiva de la misma época, tiene características similares. El
descubrimiento representa una prueba a favor de la hipótesis de que los
pájaros y los dinosaurios del Cretácico (los terópodos no avianos),
podrían haber tenido un ancestro común.
Foto 1: Gráfico que clasifica el huevo de dinosaurio Sankofa pyrenaica (letra H) según su forma. De la A a la G son huevos de dinosaurio. De la I a la P son huevos de ave.
Foto 2: Ejemplar de huevo de dinosaurio Sankofa pyrenaica.
Investigador de contacto: Enric
Vicens, Área de Paleontología. Departamento de Geología de la
Universidad Autónoma de Barcelona. Tel: 935 811 783. E-mail: Enric.vicens@uab.cat
Área de Comunicación y de Promoción de la Universidad Autónoma de Barcelona: Octavi López Coronado. Tel. 935 813 301.
domingo, 20 de mayo de 2012
El conjunto arquitectónico de Madinat Al-Zahra, nombrado Museo Europeo del Año
El conjunto arquitectónico de Madinat al-Zahra, localizado en Córdoba, ha sido galardonado con el Premio Museo Europeo del Año entre los 46 centros que participaban en esta edición.
El centro cordobés ha sido distinguido por la Asamblea Anual del
Fórum Europeo de los Museos -perteneciente al Consejo de Europa-,
celebrada desde el pasado miércoles en el municipio luso de Penafiel, al
norte de Portugal, y que ha otorgado otro de sus cuatro premios al Centro Internacional del Títere de Tolosa, en Guipúzcoa (País Vasco).
El Premio al Museo Europeo del Año (EMYA en sus siglas en inglés) reconoce la "excelencia profesional en todos los aspectos del trabajo de un museo"
y destaca a los que mejor "entienden las necesidades de su audiencia"
de acuerdo a criterios de "interés público", según el Foro Europeo de
los Museos.
A competición se presentan centros artísticos de todo el continente,
ya sean públicos o privados y de grande o pequeña dimensión, aunque
todos ellos se caracterizan por presentar "contenidos innovadores", ejercer de "puente" entre ciudadanos y museos y contribuir así a la "democratización" de la cultura en la sociedad.
El complejo de Madinat al-Zahra -reconocido con Premio Aga Khan de Arquitectura 2010- fue inaugurado en octubre de 2009 y su interior alberga algunas de las "joyas" del arte islámico elaborado en la Península Ibérica durante la ocupación musulmana.
Con cerca de 8.000 metros cuadrados, cuenta con una
exposición permanente sobre la ciudad de Córdoba en la época en que era
capital del califato, además de un auditorio, una biblioteca, un aula didáctica y un área de investigación y documentación.
El centro andaluz sucede de esta forma al museo belga Gallo-Roman de
Tongeren, distinguido en 2011, y al acuario de Stralsund, en Alemania,
premiado en 2010.
Por su condición de ganador, el museo cordobés recibirá 'El Huevo', una escultura de Henry Moore que podrá exponer en sus instalaciones durante todo el año.
El Premio del Consejo de Europa del año 2011 fue a
manos del Rautenstrauch-Joest, situado en Colonia (Alemania), una
decisión que fue conocida el pasado 25 de abril y que condecora a
aquellos centros artísticos que trabajan en "promover el respeto por los
derechos humanos y la democracia, colocando sus colecciones en una
perspectiva europea".
El Premio Silletto, que pretende distinguir a
aquellos museos que hayan desarrollado en los últimos dos años una
relación profunda y productiva con la comunidad local, reconoció el
trabajo realizado por el guipuzcoano Centro Internacional del Títere de
Tolosa, también conocido por sus siglas en inglés, TOPIC.
Los vascos suceden a los holandeses del Museo Watersnoods, vencedores
el año pasado, y recibirán una pieza creada por Archibald Knox que
podrán exhibir durante el 2012.
El último de los cuatro galardones que reparte este Foro Europeo de
los Museos se dirigió a Dublín, concretamente al Glasnevin, que recibió
el Premio Kenneth Hudson, cuyo fin es homenajear a aquellos proyectos artísticos que destaquen "por su audacia, muchas veces controvertida".
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/19/andalucia/1337456602.html
lunes, 7 de mayo de 2012
Hallados restos de un barco del siglo XVIII en la 'zona cero' de Nueva York
Los expertos creen que la embarcación podría haberse hundido en la zona sur de la ciudad hacia 1797.
La zona cero de Nueva York ha escupido un vestigio del
pasado: los restos prácticamente completos de un navío del siglo XVIII
de casi diez metros de eslora. Los trabajadores que tratan de completar
la aparentemente imposible tarea de construir sobre el solar que dejaron
a su paso los atentados del 11-S hace nueve años -solo uno de los siete
edificios proyectados está en pie a causa de las múltiples disputas
políticas y problemas económicos que han ralentizado la construcción-,
tropezaron el martes con una serie de maderas paralelas a unos ocho
metros bajo tierra.
"La forma era claramente la del contorno de un barco" aseguró en el diario The New York Times Michael Pappalardo, un arqueólogo que trabaja con la Autoridad Portuaria de Nueva York documentando todo lo que va apareciendo en la zona cero
y que estaba en el área cuando los obreros le alertaron. Según todos
los indicios, el barco, de casi diez metros de eslora, podría haber sido
utilizado como relleno para arrancarle espacio al río Hudson al sur de
Manhattan hace unos 200 años.
Un ancla de unos 50 kilos fue encontrada el miércoles a pocos metros de donde aparecieron los restos del navío, que según The New York Times incluso podría llegar a tener nombre, puesto que mapas antiguos de Nueva York indican que en las cercanías de donde se halló el barco había, hacia finales del siglo XVIII, dos muelles, el Lake y el Lindsey. No obstante, los diferentes arqueólogos que acudieron el martes a la zona cero y que desde entonces trabajan a mano para tratar de rescatar los frágiles restos del barco prefieren no avanzar demasiado hasta que estos sean analizados en los laboratorios.
Durante los últimos dos siglos el barro ha protegido los restos del navío pero al dejarlo al descubierto, el contacto con el oxígeno tiene un efecto devastador sobre la madera, que se deteriora rápidamente. De ahí que un equipo de arqueólogos se haya trasladado a la zona para tratar de conseguir el máximo de información sobre el artefacto antes de que la madera comience inevitablemente a romperse.
NOTA: ¿y por qué no lo vieron entero cuando construyeron las torres gemelas? Seguramente se escondió...
Un ancla de unos 50 kilos fue encontrada el miércoles a pocos metros de donde aparecieron los restos del navío, que según The New York Times incluso podría llegar a tener nombre, puesto que mapas antiguos de Nueva York indican que en las cercanías de donde se halló el barco había, hacia finales del siglo XVIII, dos muelles, el Lake y el Lindsey. No obstante, los diferentes arqueólogos que acudieron el martes a la zona cero y que desde entonces trabajan a mano para tratar de rescatar los frágiles restos del barco prefieren no avanzar demasiado hasta que estos sean analizados en los laboratorios.
Durante los últimos dos siglos el barro ha protegido los restos del navío pero al dejarlo al descubierto, el contacto con el oxígeno tiene un efecto devastador sobre la madera, que se deteriora rápidamente. De ahí que un equipo de arqueólogos se haya trasladado a la zona para tratar de conseguir el máximo de información sobre el artefacto antes de que la madera comience inevitablemente a romperse.
NOTA: ¿y por qué no lo vieron entero cuando construyeron las torres gemelas? Seguramente se escondió...
Nuevos restos del barco del siglo XVIII emergen en la 'Zona Cero'
Arqueólogos hallan nuevos restos del barco del siglo XVIII en la "Zona Cero", que supone el mayor descubrimiento en Nueva York desde 1982
NUEVA YORK (EFE) — El equipo de arqueólogos que ayuda en las excavaciones en la "zona cero" de Manhattan ha encontrado nuevos restos del barco del siglo XVIII hallado en julio del año pasado en ese área y que supuso el mayor descubrimiento arqueológico en Nueva York desde 1982.
"Hemos encontrado una porción de la parte frontal o proa del navío, son varias decenas de piezas de unos dos metros de largo y menos de medio metro de alto", explicó el arqueólogo Michael Pappalardo, encargado de las tareas de evaluación del descubrimiento.
El experto es miembro de AKRF, una de las empresas contratadas por la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey para documentar los hallazgos históricos que puedan encontrarse en las obras de reconstrucción de la "zona cero", donde se levantaba el World Trade Center hasta los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Pappalardo, quien afirmó que es "muy poco probable que queden más restos del barco en la zona", aseguró que las nuevas piezas descubiertas estaban "exactamente donde tenían que estar, ya que se encontraban enfrente de los primeros restos descubiertos el año pasado".
Fue en julio de 2010 cuando un grupo de trabajadores de la "zona cero" encontró los primeros restos de ese barco del siglo XVIII, que según detalló este viernes el arquitecto podría tener una longitud total de entre 15 y 18 metros.
Según sus análisis de los restos del navío, que permaneció durante más de 200 años enterrado en el sur de Manhattan, se trataba de "un barco comercial, no militar, probablemente para transportar personas o bienes a lo largo del río Hudson".
Además, en algún momento debió viajar al Caribe, ya que se han hallado parásitos en los restos de madera analizados que sólo se encuentran en esas aguas, detalló Pappalardo.
Ahora los nuevos restos irán a parar al Centro de Conservación y Arqueología Marítima de Texas, donde se encuentran los laboratorios en los que se analizan todavía las piezas halladas el año pasado y donde quedarán temporalmente hasta que las autoridades neoyorquinas decidan qué hacer con este pedazo de la historia.
Sea cual sea su destino, lo que es cierto es que el descubrimiento de ese barco de la era de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos supone el mayor hallazgo arqueológico en Nueva York desde 1982, cuando se encontraron los restos de un buque mercante del siglo XVIII en unas obras de la calle Water, también en el sur de Manhattan.
"Hemos encontrado una porción de la parte frontal o proa del navío, son varias decenas de piezas de unos dos metros de largo y menos de medio metro de alto", explicó el arqueólogo Michael Pappalardo, encargado de las tareas de evaluación del descubrimiento.
El experto es miembro de AKRF, una de las empresas contratadas por la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey para documentar los hallazgos históricos que puedan encontrarse en las obras de reconstrucción de la "zona cero", donde se levantaba el World Trade Center hasta los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Pappalardo, quien afirmó que es "muy poco probable que queden más restos del barco en la zona", aseguró que las nuevas piezas descubiertas estaban "exactamente donde tenían que estar, ya que se encontraban enfrente de los primeros restos descubiertos el año pasado".
Fue en julio de 2010 cuando un grupo de trabajadores de la "zona cero" encontró los primeros restos de ese barco del siglo XVIII, que según detalló este viernes el arquitecto podría tener una longitud total de entre 15 y 18 metros.
Según sus análisis de los restos del navío, que permaneció durante más de 200 años enterrado en el sur de Manhattan, se trataba de "un barco comercial, no militar, probablemente para transportar personas o bienes a lo largo del río Hudson".
Además, en algún momento debió viajar al Caribe, ya que se han hallado parásitos en los restos de madera analizados que sólo se encuentran en esas aguas, detalló Pappalardo.
Ahora los nuevos restos irán a parar al Centro de Conservación y Arqueología Marítima de Texas, donde se encuentran los laboratorios en los que se analizan todavía las piezas halladas el año pasado y donde quedarán temporalmente hasta que las autoridades neoyorquinas decidan qué hacer con este pedazo de la historia.
Sea cual sea su destino, lo que es cierto es que el descubrimiento de ese barco de la era de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos supone el mayor hallazgo arqueológico en Nueva York desde 1982, cuando se encontraron los restos de un buque mercante del siglo XVIII en unas obras de la calle Water, también en el sur de Manhattan.
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