ESPERO QUE OS GUSTE

..."MÁS VALE UNA SONRISA TRISTE, QUE LA TRISTEZA DE NO VOLVER A SONREIR"...

"Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu". (Juan Pablo II)

jueves, 28 de noviembre de 2013

Una conmovedora carta de amor aparece junto a una momia coreana de casi 500 años

La esposa embarazada de Eung-Tae, apuesto y bigotudo hombre del clan Goseong Yi, puso la misiva junto al pecho de su amado.


Andong National University
Un hermoso hallazgo, la carta de amor de una mujer coreana, datada en 1586, que se encontró junto al cuerpo momificado de su marido, sigue emocionando cuando se cumple más de una década de que fuera descubierto por los arqueólogos. La carta estaba junto al pecho de la momia, cerca de su corazón momificado.
Fueron arqueólogos de la Universidad Nacional de Andong quienes encontraron en 2000 la momia de un hombre que vivió en el siglo XVI en la ciudad de Andong (Corea del Sur). La carta desgarradora que hallaron junto a los restos era de la esposa del muerto, que estaba embarazada y que derramó todas sus penas en lo que ya se ha convertido en uno de los testimonios más elegiacos más impactantes de la historia.
Primero excavaron la tumba, y luego, rompieron el sello de tierra endurecida, hasta llegar al ataúd de madera. Debajo retiraron piezas de ropa, hasta que llegaron al cuerpo. Y entonces todo el mundo se quedó de piedra, casi sin aliento, después de varias horas de duro trabajo. Allí había una momia masculina, un hallazgo muy raro en Corea. El cráneo muy dañado, pero su piel y la barba aún visibles...

El hombre que medía 1,75 metros fue identificado como Eung -tae, ya que su cadáver estaba rodeado por un total de 13 cartas dirigidas a ese nombre. Pero una de esas cartas, un verdadero poema de amor escrito por su esposa y dirigida al "Padre de Won", representan todo el dolor por la pérdida de un ser querido al que se suma el hecho de que quien escribe es una viuda enamorada que se queda en este mundo sola con un niño en el vientre.
Ella puso la carta en el pecho del muerto, y estremece leer el lugar en el que le pide con dulzura: "Léela atentamente y vuelve a mí en sueños y muéstrate en detalle". Fechada en 1568, en la misiva la mujer pregunta a su marido muerto por qué tuvo que dejarla sola y le insiste en que quiere verlo otra vez y escucharlo en sus sueños. Ella confiesa no puede vivir sin él.
"Es que no puedo vivir sin ti. Es que quiero irme contigo. Por favor, llévame allá donde estés. No puedo olvidar en este mundo mis sentimientos hacia ti y mi dolor no tiene límites". Pero se desconoce el nombre de esta mujer enamorada y desgarrada.
Eung-tae era un hombre más alto que la media de los coreanos de la época y su piel y su barba se han conservado. "El bigote es negro y debió darle un aspecto encantador", afirmó a "Archaeology Journal" el director del Museo Nacional de la Universidad de Andong, Se-kwon Yim.
Eung -tae sigue conmoviendo nuestros corazones 445 años después de su muerte, puesto que su historia ha inspirado novelas, una película y una ópera desde que fue descubierta.
Por si la carta fuera poco, la enamorada también dejó junto a la cabeza de Eung-Tae un pequeño y delicado paquete de papel que contenía zapatillas confeccionadas con su propio pelo, y la siguiente dedicatoria: "con mi pelo había tejido esto". Existen referencias en la literatura coreana sobre la costumbre de la fabricación de zapatillas de pelo humano como símbolo de amor y deseos de recuperación de los enfermos.
El hecho de que el cuerpo esté momificado se debe a que los enterramientos en la Corea Medieval fueron a menundo sellados por lo que se preservan los materiales orgánicos, incluidos los documentos escritos como en el caso de Eung -tae.

Al padre de Won


  

sábado, 9 de febrero de 2013

Hallan el retrato que acompaña al pubis del célebre cuadro 'El origen del mundo', de Courbet

  • Se trata de un pequeño lienzo de 41 x 33 comprado por un coleccionista anónimo en una tienda de objetos antiguos por 1.400 euros.
  • Se ha confirmado que la obra se pintó entre 1858 y 1869 y los cortes en los bordes hacen pensar que fue separado de una tela más grande.
  • El pintor francés era un artista muy controvertido y su obra sigue escandalizando.
 
Portada París Match de 'El origen del mundo' 
 
  La revista francesa Paris Match publicó este jueves el retrato que supuestamente acompaña al célebre cuadro del realista Gustave Courbet titulado 'El origen del mundo', que muestra en primer plano el sexo y el torso de una mujer y que se exhibe en el Museo de Orsay de París.
 
El nuevo hallazgo, en el que se puede ver a una joven con la cabeza reclinada hacia atrás, es un pequeño lienzo de 41 x 33 centímetros comprado por un coleccionista anónimo en una tienda de objetos antiguos por 1.400 euros en 2010.
Una investigación de dos años y una inscripción en la parte de atrás del lienzo ha permitido establecer que se trata de la continuación de la controvertida obra del francés Courbet (1819-1819) ejecutada en 1866, explica la revista. Esa publicación señala también que el pintor, que no firmó el retrato, habría camuflado sus iniciales invertidas (CG) en la oreja de la mujer pintada. Aunque quedan muchas incógnitas por despejar, se cree que la mujer cuyo pubis sirvió de modelo para Courbet podría tratarse de Joanna Hiffernan, una amante del pintor.
Además, se ha confirmado que el cuadro recién descubierto se pintó entre 1858 y 1869 y los cortes en los bordes de la obra hacen pensar que fue separado de una tela más grande, probablemente del original de una sola pieza.
El anónimo propietario del cuadro se dice convencido de que el nuevo retrato y 'El origen del mundo' forman parte de un mismo estudio del pintor previo a 'Mujer con loro', otra pieza de contenido erótico firmada por Courbet que se exhibe en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Paris Match señala que se ha confirmado que los pigmentos y los pinceles utilizados en el retrato coinciden con el sulfuroso pubis que muestra la vulva femenina en el punto focal del cuadro y que el Museo de Orsay exhibe desde 1995.
Adquirido en 1866 por un diplomático otomano llamado Khalil-Bey, tras un periplo poco claro, el psicoanalista francés Jacques Lacan lo compró en 1955, aunque ocultó este hecho.
La obra pasó a manos del Estado francés tras la muerte del pensador, en 1981, en concepto de impuestos sucesorios. La osadía de El origen del mundo, que se cree fue un encargo privado, llevó a Corbert quedarse fuera del catálogo de una gran retrospectiva sobre el pintor en París en 1977.
Incluso cuando comenzó a exhibirse en el Museo de Orsay, esa pinacoteca lo emplazó en una sala aparte y lo sometió a vigilancia intensiva pues la dirección temía las reacciones que pudiera provocar en el público.

Un "agitador por naturaleza"

Courbet, cuya producción aborda temáticas diversas como las escenas de caza, los paisajes o los bodegones florales, era un "agitador por naturaleza", según le describe el Museo de Orsay.
Retratar eclesiásticos ebrios divagando por un camino rural o retratar mujeres desnudas le valieron críticas por "indecencia" y acusaciones de "ultraje a la moral religiosa".
La obra sigue escandalizando en el siglo XXI, como demuestra que la red social Facebook cancelase si previo aviso el perfil de un internauta francés que utilizó el controvertido cuadro como foto de perfil.
Su abogado, que pidió a un tribunal francés que exigiera explicaciones a la compañía creada por Mark Zuckerberg lamentó que esta "no distinga entre lo que es pornografía y lo que es una obra de arte".

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